El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, atribuyó hoy el descenso de los niveles de violencia en las protestas que se suceden en Venezuela al diálogo político iniciado con los buenos oficios de la Unasur.
“Conseguimos establecer consecuencias de esa acción conjunta en varios frentes, logrando incluso condiciones para disminuir el nivel de violencia en las ciudades venezolanas”, dijo el canciller durante una comparecencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados.
Figueiredo afirmó que uno de los mayores “logros” de la acción de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) fue conseguir el inicio de un diálogo entre representantes del Gobierno venezolano y la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Desde el pasado 12 de febrero, Venezuela vive una intensa ola de protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro, que tuvo picos de violencia que le costaron la vida a 41 personas y dejaron cerca de 700 heridos.
El diálogo propiciado por la Unasur comenzó el pasado 10 de abril y cuenta además con los buenos oficios del Vaticano, representado por el nuncio apostólico en Caracas, Aldo Giordano.
La Unasur ha estado representada en esa mesa de diálogo por los cancilleres de Colombia, María Ángela Holguín; Ecuador, Ricardo Patiño, y el propio Figueiredo, quien insistió hoy en que su acción en Venezuela ha demostrado la “capacidad negociadora” del bloque.
Algunos diputados de la minoritaria oposición criticaron la postura de Brasil frente al Gobierno de Maduro y reclamaron una posición más firme “en defensa de la democracia”.
El parlamentario Antonio Duarte Nogueira, del opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), fue uno de los más incisivos en ese sentido y afirmó que el Gobierno de Dilma Rousseff se ha “aliado” con regímenes que tildó como “dictaduras” y entre los que citó a Irán y a la propia Venezuela.
Figueiredo evitó profundizar el debate sobre las libertades en Venezuela, insistió en que, a pesar de la gestión de Unasur son los propios venezolanos los que deben resolver sus diferencias, y afirmó que Brasil “es una referencia mundial” en cuestiones de democracia y de combate a la pobreza y el hambre.
Agencias