El Gobierno brasileño anunció este miércoles un paquete de medidas para ayudar a las comunidades de la región amazónica que se están viendo afectadas por una fuerte sequía, que las autoridades atribuyen a El Niño y a la crisis climática.
Las medidas incluyen el dragado de ríos, para facilitar la navegación, ayudas económicas para agricultores y pescadores y la posible conexión de centrales térmicas para garantizar el abastecimiento de energía.
«No faltarán recursos. Quien tenga necesidades, que las envíe y serán atendidas», dijo el vicepresidente Geraldo Alckmin durante una rueda de prensa en Manaos, capital del estado de Amazonas, adonde viajó liderando una delegación de nueve ministros.
Entre las medidas anunciadas, se destinarán 27 millones de dólares a obras de dragado en los ríos Amazonas y Madeira, importantes rutas de navegación de mercancías, ahora en riesgo por la drástica reducción de sus caudales.
También se adelantará el pago de los subsidios destinados a las comunidades pobres, se pagarán indemnizaciones a los agricultores que han tenido pérdidas por la sequía y se estudiará otorgar ayudas similares para la población ribereña que vive de la pesca.
La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, afirmó que la sequía en la Amazonía se debe a la coincidencia del fenómeno meteorológico de El Niño y el calentamiento de las aguas del Atlántico Norte como fruto del «cambio climático descontrolado».
En las últimas semanas, la sequía y las altas temperaturas han causado una gran mortandad de peces y también de delfines rosados en el estado de Amazonas.
Por otro lado, la sequía ha disparado los incendios en la selva amazónica, que siempre registra en septiembre y octubre su época de menores precipitaciones.
En este contexto, el Gobierno informó del envío de 191 brigadistas para combatir las llamas en los municipios más afectados. La Amazonía tiene una extensión de 6,3 millones de kilómetros cuadrados y alberga la cuenca hidrográfica más grande del mundo.
EFE