El presidente Luis Arce reconoció que la escasez es un problema a nivel mundial.
Por Fabiola Chambi
Una mujer recibe una inyección de la vacuna Sinopharm COVID-19 en el hogar de ancianos de San Ramón durante el inicio de la vacunación para personas mayores de 80 años en La Paz, Bolivia, el lunes 5 de abril de 2021.
COCHABAMBA, BOLIVIA – Ante la demora en la entrega de vacunas, los bolivianos han alzado sus voces de protestas, a través de gritos y carteles.
“Ya no hay vacunas, vuelva la próxima semana”, esta es la respuesta que muchos adultos mayores están recibiendo, debido a que en varios centros de vacunación del país las dosis se terminaron.
“No puede ser, no nos pueden seguir mintiendo. ¡Vacunas, vacunas, vacunas!», gritaron algunas mujeres, mientras un adulto mayor afectado manifestó que seguirán con el bloqueo: «Y vamos a declararnos en huelga de hambre”.
Bolivia: Escasez vacunas COVID-19
Bolivia también reporta escasez de vacunas y varios problemas en esta etapa de inmunización masiva, mientras las autoridades aseguran que se realizan las gestiones necesarias. Desde Bolivia informa la corresponsal de la Voz de América, Fabiola Chambi.
Ante la situación, el presidente Luis Arce reconoció que hubo inconvenientes en los contratos con las proveedoras y que la escasez es un problema a nivel mundial. Sin embargo, acusó a los países desarrollados de acaparar todas las vacunas.
“Decirles que se tome conciencia que no podemos permitir que en el planeta se cometa una injusticia (…) Nos están dejando a nuestros países a los más humildes, a los países pobres, no están pudiendo llegar todas las vacunas que están siendo concentradas, acaparadas”, dijo el presidente.
El gobierno boliviano anunció que presentará una queja formal ante la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y en todos los foros internacionales para denunciar, lo que considera es, “el monopolio en la adquisición de vacunas anticovid”.
Por otro lado, el senador opositor Rodrigo Paz Pereira, en entrevista con la Voz de América, explicó su propuesta para consolidar una alianza entre el Gobierno y la empresa privada para alcanzar la inmunización del 70% de la población, lo antes posible.
“Bolivia tiene un millón de vacunas compradas, pero solo en estos meses, desde el año pasado hemos podio distribuir el 30% de esas vacunas, o sea, la logística del Estado no alcanza. Entonces no es un tema de orden político es un tema de cooperación para que todos los bolivianos sumen esfuerzos”, explicó Paz.
Ante la demora en la entrega de vacunas, el Gobierno amplió sus gestiones para adquirir nuevas dosis de inmunización en otros laboratorios. Mientras tanto, Estados Unidos anunció la asignación de cinco millones de vacunas AstraZeneca y Pfizer para Bolivia, provenientes del mecanismo Covax.
VOA