El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Asamble General de la ONU en Nueva York AFP/TIMOTHY A. CLARY
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado firmemente este miércoles el nuevo desafío de Rusia en la guerra de Ucrania al movilizar a 300.000 reservistas. Según el mandatario, su homólogo ruso, Vladímir Putin, pretende acabar con el «derecho a existir» de los ucranianos. Por eso, «debemos actuar de manera clara y decidida», ha añadido su discurso en el marco de la 77ª sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU).
«Si las naciones pueden perseguir ambiciones imperiales sin consecuencias, ponemos en riesgo todo lo que Naciones Unidas apoya», ha continuado Biden, quien ha insistido en que la invasión rusa supone una amenaza contra la democracia.
Nada más comenzar el discurso, el líder estadounidense ha arremetido contra Putin al dirigirse directamente a él para asegurarle que «nadie ha amenazado a Rusia», algo que Moscú utiliza para justificar el ataque a Ucrania. «Nadie más que Rusia fue la que buscó el conflicto», ha insistido.
EE.UU. anuncia 2.900 millones de dólares para combatir la crisis de alimentos
Durante su intervención, el presidente de Estados Unidos también ha anunciado una asistencia de 2.900 millones de dólares para combatir la crisis de alimentos, agravada por la guerra en Ucrania y que amenaza con desatar hambrunas en los países más empobrecidos.
Según la Casa Blanca, el dinero se dirigirá a proyectos para niños en situación de inseguridad alimentaria en países de África y Asia y, además, tendrán el objetivo de ayudar a pequeños agricultores con nuevas tecnologías y herramientas, entre otras medidas.
La asistencia se suma a los 6.900 millones de dólares que su el Gobierno estadounidense ya ha destinado este año a proyectos de seguridad alimentaria en todo el mundo.
Washington niega una «Guerra Fría» con China
Biden, por otro lado, se ha pronunciado igualmente sobre la tensión entre Washington y Estados Unidos por el apoyo del país norteamericano a Taiwán, cuya soberanía reclama China y para quien el Senado estadounidense aprobó un paquete de casi 4.500 millones de dólares durante cuatro años.
Al respecto, el presidente de EE.UU. ha afirmado ante la ONU que no busca una «Guerra Fría» y que su Gobierno no apoyará ningún cambio unilateral del statu quo con Taiwán.
«No buscamos el conflicto, no buscamos una Guerra Fría. No queremos que ninguna nación tenga que elegir entre Estados Unidos y otro aliado. Pero Estados Unidos promoverá un Indopacífico libre, abierto, seguro y un mundo próspero», ha explicado.
En esta línea, el mandatario ha reiterado el respeto de su Gobierno al principio de «una sola China» que Pekín impone como base de sus lazos con cualquier país, de forma que el único Ejecutivo chino al que debe reconocer EE.UU. es el que tiene sede en la capital, lo que lo aleja de las aspiraciones independentistas de Taiwán.
RTVE Agencias