Berroterán: Tenemos condiciones extraordinarias para producir alimentos

Berroterán: Tenemos condiciones extraordinarias para producir alimentos

José Luis Berroterán lleva cinco meses al frente del Ministerio de Agricultura y Tierras desde que el presidente Nicolás Maduro lo designó el 3 de septiembre de 2014 en el cargo, donde tiene el gran reto de convertir a Venezuela en un país autosustenble, que logre producir la mayoría de los alimentos que se consumen, que disminuya su dependencia de las importaciones y que desarrolle un sistema agroindustrial para alcanzar la independencia agroalimentaria.

 

Una gran responsabilidad sobre la que el titular de Agricultura y Tierras asegura que asume con el compromiso de plantar los pies sobre la tierra y “comprometernos ahora en lo que podemos cumplir de manera real y no en lo que no podemos cumplir a corto plazo”.

 

Sin embargo, el ministro enfatiza en que sí es posible que el país sea autosustentable en los principales rubros que consumimos, como el maíz, el arroz, los cereales, los frutales, las raíces y los tubérculos, inclusive “con muchas potencialidades para la exportación de diversos rubros”.

 

Berroterán afirma que, aunque a partir de este año se tiene por delante el gran reto de producir lo que consumimos (“porque si no se cumple esa meta, podemos cumplir con todo lo demás, pero no llegaremos al objetivo final”), el Ministerio de Agricultura ya ha venido abonando el terreno y se han logrado avances para fortalecer el sector agrícola.

 

“Así que no llegamos de cero, ha habido una continuidad en la ejecución de políticas. En los últimos años se ha fortalecido la infraestructura con la instalación de cuatro grandes sistemas de riego, la reforma de la Ley Agraria, la banca social, el banco agrícola, con tasas preferenciales para los pequeños productores y los incentivos de la Misión Agrovenezuela”.

 

¿Qué más se necesita para alcanzar la independencia agroalimentaria y lograr producir la mayoría de los alimentos que se consumen en el país?

 

Primero hay que entender que esto ha sido un problema histórico, pues en los años cincuenta del siglo pasado hubo un quiebre y disminuyó drásticamente la población rural, la cual se desplazó a la población urbana. Del 10% de la población rural, apenas 5% se dedicó a producir alimentos. Eso fue una gran desventaja. Así que una condición necesaria es que aumente la población que se dedique a producir alimentos en el campo. El gobierno revolucionario ha hecho todo lo posible para incorporar más población en la producción de alimentos. Estamos dando incentivos, porque 12% de la población rural, que hay actualmente según el censo de 2010, aún se mantiene entre 5% y 6% los que producen alimentos. Damos incentivos de vivienda a través de la Misión Vivienda, facilidades a los productores del campo para que tengan pleno acceso a la tierra y se han mejorado las condiciones de financiamiento.

 

El ministro asevera que es fundamental el desarrollo de la agroindustria y la diversificación de los cultivos, de manera tal que, mientras se cumple un ciclo largo de siembra -como el de caña-, se desarrollen otros, como los frutales, los tubérculos o las hortalizas. Hace énfasis en la importancia de incentivar la cultura de la agricultura familiar y el conuco como modelo de producción a pequeña escala.

 

Pero a veces parece que persisten problemas que limitan al productor del campo. ¿Hacen falta mayores incentivos?

 

Necesitamos que, además de producir, tengan facilidades para la comercialización y que, a la par de esto, desarrollen la agroindustria, que sus productos tengan valor agregado y que participen en condiciones menos desventajosas en la cadena de comercialización. Por ejemplo, en el caso de las frutas, si siembran melón, lechosa o mango, que tengan un sistema de frío para conservarlo para que no se les venza y que además tengan cómo tratar esos productos, que si producen mango, puedan transformarlo en concentrados de mango; es decir, que tengan facilidades y que no sigan las desventajas, caso de alguien que recoge 10 toneladas de melón y tiene que venderlas al primero que pase y al precio que les ofrezcan. Lo que buscamos es, por ejemplo, en el caso de los cereales como maíz y arroz, que cuenten con plantas deshidratadoras que les permitan secarlos y que no tengan riesgo de perderlos, que tengan moliendas para hacer harinas. Esto, además de darle un mayor valor agregado al producto, les daría mayor rentabilidad y nos permitiría ir contra la guerra económica a corto, mediano y largo plazos, porque eso es lo que está sucediendo ahora, que quien tiene el control de los productos es el gran concentrador, la gran agroindustria; y no es que queremos que desaparezca la gran agroindustria, sino que los pequeños productores participen en toda la cadena de producción, de comercialización y en la agroindustria.

 

El ministro explicó que, basados en los resultados del registro, es primordial aumentar la población joven que se dedique a producir en el campo, pues asegura que apenas 10% de los productores son menores de 35 años: “Por ello tenemos que garantizar que ese 10%, que representa unos 50.000 productores, se mantenga en el campo y, además, nuestro propósito es la incorporación de otros 30 mil productores jóvenes en el campo”.

 

El titular de la cartera agrícola amplió que en la cadena de comercialización tienen un rol muy importante las Ubas (unidades de batallas agrícolas socialistas), que son consumidoras y donde también hay productores.

 

¿Hay un plan, una línea de acción concreta para alcanzar estos objetivos?

 

Sí, por supuesto, se realizó en el plan agrícola integral para el año 2015, que se empezó a diseñar en septiembre de 2014, donde se realizaron consultas a todo nivel, municipal, estadal, y se concretó con las gobernaciones, con las alcaldías. Esta consulta es permanente con los productores para establecer qué producimos, qué necesitamos, cuánto necesitamos y dónde.

 

¿Eso qué resultados le dio?

 

Se determinó que es posible aumentar la producción en una magnitud importante en varios productos. Vamos a hacer todo lo posible para disminuir las importaciones; por ejemplo, en maíz amarillo, que lo usamos para hacer alimentos balanceados y que tradicionalmente importamos 60%, nos proponemos disminuir este año a 30% por lo mínimo. Lo máximo sería no importar nada, pero a eso vamos, porque tenemos otro plan sectorial de agricultura para el período 2015-2019, a gran escala, mediante el cual nos proponemos lograr que, en 2019, Venezuela sea autosustentable y con independencia agroalimentaria. Tenemos condiciones para lograrlo, condiciones extraordinarias, porque tenemos radiación solar todo el año y buena calidad de tierras.

 

¿Cuánto se estima producir este año y en qué rubros?

 

Estimamos producir este año dos millones 950.000 toneladas de productos vegetales y animales. En el caso de los cereales (maíz, arroz y sorgo), se estima una producción de cuatro millones 200.000 toneladas. Eso es un aumento de 32% mínimo. En el caso del sector pecuario, estimamos producir más carne vacuna, más pollo, más porcinos, en alrededor de 15%. Con esa capacidad de producción, esperamos disminuir las importaciones a lo largo de este año entre 15% y 20%.

 

El ministro de Agricultura y Tierras resaltó que se ha avanzado en un plan de producción de semillas para garantizar 70% de la producción nacional. “Se va a cambiar esa relación. Actualmente, producimos 30% y traemos 70%; eso lo vamos a hacer con tecnología nuestra”.

 

¿En qué rubros tenemos mejores condiciones de producción en este momento?

 

En arroz aumentó la producción en 22% en 2014. Hay suficiente suministro. Hemos aumentado sustancialmente la producción de tubérculos, raíces y hortalizas y frutas. Tenemos alta disponibilidad de hortalizas y frutas. Por eso es que no vemos colas en las ventas de verduras, frutas y hortalizas, y no se van a ver colas porque hay suficiente disponibilidad.

 

En producción de yuca, podemos crear nuestro propio patrón de industrialización, así como con la batata, el ñame y el ocumo, que tienen altas potencialidades para hacer otros productos como harinas u otros productos derivados como almidón. A eso es a lo que tenemos que ir, a construir nuestro propio patrón de industrialización. Hasta que no tengamos ese sistema agrícola autóctono, no vamos a ser independientes desde el punto de vista agroalimentario. Por ejemplo, en el caso de las frutas, podemos producir lechoza, aguacate, cítricos, guanábana y mango e industrializarlos y hacer concentrados y diversos derivados.

 

¿Y cuáles son los rubros en los que tenemos potencialidades para exportar?

 

Tenemos potencialidades para exportar frutas, tanto para consumo fresco como concentrados de frutas. En productos de acuicultura, tenemos potencialidad para exportar camarones. En cereales, podemos exportar arroz. Estamos exportando cacao en buenas cantidades.

 

¿Cómo se inserta el modelo del conuco en este plan productivo?

 

Es para nosotros de suma importancia porque es el sistema de producción agrodiverso, que utiliza los sistemas locales y puede ser productivo los 365 días del año con diversas siembras. Por eso tenemos que promover la agricultura familiar. El conuco a pequeña escala es una directriz del presidente Maduro y del vicepresidente para la Soberanía Alimentaria, Carlos Osorio, porque este es el modelo socialista de producción.

 

¿Cómo va la situación de Agropatria? ¿Han disminuido las roscas que desvían los insumos?

 

Agropatria suministra 65% de los insumos a los productores y el otro 35% lo hace el sector privado. Esperamos mejorar el sistema de distribución de los insumos usando los datos del registro único de productores, que es un sistema interactivo que nos permite verificar si quien está solicitando los insumos es productor, qué siembra y qué necesidades tiene. Para mejorar el control, vamos a colocar captahuellas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: ElMundo

Comparte esta noticia: