La presentadora muestra una de las salas de las mansión de Berlusconi en Arcore
En un momento del tiempo cercano a que se determine el veredicto del juicio contra Berlusconi por prostitución de menores, «Il Cavaliere» abrió ayer las puertas de la mansión de las fiestas «bunga bunga», en un intento de lavar su imagen y difundir un mensaje, a través de uno de sus canales de televisión, de que estas fiestas eran un divertimento limpio.
«En las cenas no pasó nada que se pueda definir como incorrecto o embarazoso», dijo el exprimer ministro en el programa. «Había una gran mesa, que era el centro de atención y hablamos sobre el fútbol y la política … no tengo nada que ocultar», añadió en las declaraciones a este documental, llamado «La guerra de los veinte años», que duró cerca de dos horas y en el que se pudieron ver imágenes de la villa de situada en Arcore.
Los televidentes pudieron conocer como era el comedor, repleto de pinturas y con una larga mesa en donde caben hasta una treintena de personas, un mini-cine o una sala de baile con equipo de «disc-jockey. «The Telegraph» considera esta exhibición como una nueva muestra del «poder mediático» de Berlusconi, que se enfrenta a una pena de hasta quince años de prisión.
Sin embargó, este mismo lunes la fiscalía ha rebatido la autoexculpación televisiva de Berlusconi. «Las jóvenes invitadas formaban parte de un sistema de prostitución organizado para el placer de Silvio Berlusconi». Así ha descrito la fiscal, Ilda Boccassini, en las conclusiones finales de la acusación, las fiestas del «Cavaliere» en su residencia de Arcore en Milán.
Los fiscales han desmontado en las últimas audiencias la teoría de Berlusconi, quien siempre ha sostenido que en su mansión de Arcore solo organizaba «cenas elegantes, en un ambiente sereno y simpático, con inocentes concursos de burlesque». El fiscal Antonio Sangermano definió el pasado marzo estas fiestas como: «Cena, bunga bunga y después sexo con Berlusconi».
Fuente: ABC
