Beneficios de la radiofrecuencia

Beneficios de la radiofrecuencia

 

 

La Radiofrecuencia aplicada a los tratamientos estéticos puede ser el mejor amigo de una mujer, ya que es la solución para dos de nuestros grandes problemas: la Celulitis, y la flaccidez Corporal.

 

Esta técnica promete ponerle fin al paso del tiempo y reafirmar la piel de brazos, abdomen, muslos y piernas. Junto con una alimentación equilibrada y ejercicio, borra la celulitis a la vez que rejuvenece la piel corporal.

 

Se trata de una terapia de calor que eleva la temperatura de las distintas capas de la piel a fin de estimular la producción de nuevo colágeno. Este último deja de generarse en el cuerpo progresivamente a partir de los 30 años o bien cuando se producen reducciones importantes de peso en poco tiempo dejando, como consecuencia, flaccidez cutánea.

 

Ese colágeno es el responsable de la piel de apariencia tersa y lisa, joven.

 

Existen distintos tipos de radiofrecuencias: desde la estética hasta la médica. Del mismo modo en que varían los niveles de acción y los resultados, también lo hacen los costos.

 

Hay tres tipos de equipos.

 

Bipolar: que actúa a nivel superficial de la piel, mejorando su aspecto.

 

Monopolar: tiene un rango de penetración mayor, lo cual favorece la eliminación de pequeñas adiposidades localizadas y puede ser utilizado por médicos.

 

Tripolar: es el último avance, que promete revolucionar combinando las otras dos tecnologías, actuando tanto a nivel superficial como profundo, con resultados más rápidos.

 

La radiofrecuencia es un tratamiento válido para la celulitis ya que, al favorecer el drenaje linfático, las toxinas son eliminadas a nivel local. Sin embargo, no se incorpora ninguna medicación que revierta o frene el avance, por lo cual sirve como complemento ideal de la mesoterapia.

 

Especialmente indicada en quienes quieran rejuvenecer y eliminar la flaccidez de manera no invasiva. Los resultados son progresivos y observables desde la primera sesión.

 

Para optimizar el tratamiento, hay algunos hábitos que pueden adquirirse:

 

Consumir vitamina C, que interviene directamente en la formación del colágeno.

Ingerir abundante agua.

Reducir el estilo de vida sedentario.

 

Fuente:http://soft-beauty.blogspot.com/

 

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