«Si tú no quieres que te critiquen no hagas nada. Yo prefiero que me critiquen por hacer…», sentencia Er Conde del Guácharo.
No hay sueño que se le quede engatillado a Benjamín Rausseo. Quiere incluso viajar al espacio y ya sabe el precio de su anhelo. «Lo que pasa es que ahorita los pasajes están muy caros: cuestan 50.000 dólares. Son 6 minutos de ingravidez, en la estratósfera. Ya yo tengo todo averiguado», cuenta Er Conde del Guácharo.
¿Cómo no iba a hacer cine? Dice que es su gran pasión, y desde 2011 se inició con Er Conde Jones, parodia de Indiana Jones, que resultó ser la más taquillera de aquel año; le siguió Er Conde Bond 007 y pico (2012), y ahora llega con Er Conde suelto en Hollywood, cuyo estreno está previsto para este 15 de agosto, con la clara intención de competir con los blockbuster estadounidenses.
-¿Qué vamos a ver en esta película?
-Vamos a ver al detective Conde de la Policía Montada de Güiria de la Costa, allá frente a Trinidad. Por un drama pasional, los jefes de él, como ha sido un buen policía, no lo botan sino que lo transfieren, lo cambian de pueblo, y el pueblo que le toca es nada más y nada menos que Beverly Hills. Llega a la policía de allá y vemos al Conde caminando con alpargatas y sombrero por Hollywood Boulevard, hablando con el Hombre Araña, con el de La Guerra de las Galaxias (Darth Vader)…
-Un detective suelto en Hollywood (1984) significó el lanzamiento internacional de Eddy Murphy ¿Usted necesita un lanzamiento?
-No necesito ir pa’ Hollywood; yo vengo de allá más bien. Lo que pasa es que como nadie me contrataba en Hollywood yo me fui con mis cachachás e hice mi película allá.
-¿Y no le salió ningún tigrito (trabajo) por allá?
-No, no, no. Yo tengo mucho trabajo aquí. La lucha mía es en Venezuela.
-¿Se queda en Venezuela como Carlos Baute?
-Yo me quedo en Venezuela porque no hay otro país. Yo puedo sobrevivir en otro lado, pero aquí vivo, con todos mis sustos y demás, pero acá es muy sabroso.
-Un detective suelto en Hollywood recaudó más de 300 millones de dólares ¿Cuánto espera ganar usted con su película?
-Espero ganarme aunque sea un milloncito. Hay meses en que me los gano, pero ganármelos con la película me va a dar muchas satisfacciones.
-La primera película fue la más taquillera de 2011, la segunda no llegó a serlo ¿Qué espera con la tercera?
-Pasarle de largo a Papita, maní, tostón, de Luis Carlos Hueck, que es mi amigo, jejeje… Sabes qué está pasando, que hay un reencuentro del público con su cine y en eso colabora mucho la gente que hace comedia, porque la gente se alejó un poco del cine, entre otras cosas, por los aspectos de violencia; es un cine muy interesante porque es social. Pero yo creo que lo que he hecho yo, Papita…, Solo en casa, El manzano azul… es acercar al público venezolano a un nuevo cine que se está haciendo, independiente, pensado como negocio.
Sudsidio más independencia
-¿No cuenta usted con apoyo del Centro Nacional de Cine (Cnac)?
-No, y no porque me lo hayan negado, sino porque no se lo hemos pedido, esto lo vemos como una empresa. Yo creo en el cine venezolano como empresa, porque uno tiene la posibilidad de buscar el capital y todo eso, pero creo también en el cine subsidiado con libertad de pensamiento y de criterio, que no porque el Gobierno subsidie -cualquier Gobierno, el rojo, el negro, el colorao-, tenga que ser un cine enrumbado en unos parámetros. Todos los países del mundo subsidian su cine, y yo creo en eso, porque hay gente que está comenzando y necesita que sus ideas sean apoyadas; sin embargo, yo invierto en el cine porque lo veo como una industria.
-Es su tercera comedia en un género nada fácil ¿Cuáles son los principales retos de este tipo de películas?
-El principal reto es que tú tienes que calcular el chiste. Cuando yo estoy en un show en vivo echo el chiste y la gente se ríe. En el cine yo tengo que echar el chiste calculando que la gente se va a reír en determinada escena, eso es lo más difícil porque no tengo la certeza de que se van a reír. Pero ya hemos hecho pruebas con gente de Cinex y Cines Unidos, empleados, los que venden los tickets y las cotufas, y resulta que se han reído donde yo pensé y en otros lugares también, así que la satisfacción es doble.
-¿Siente que el venezolano están como para reírse en este momento?
-Aristófanes, el primer comediante que se registra en la historia del teatro, iba con su carromato haciendo reír por todos los pueblos de Grecia y estaban en tiempos difíciles, en guerra. Venezuela tiene muchas razones para hacer catarsis y yo creo que nosotros hacemos un poquito de patria dándole alegría a la gente.
-¿Ha llegado a extrañar a Hugo Chávez?
-Sí lo extraño porque cuando él estaba vivo, el dólar estaba a 10.
-¿Qué le criticaría a Nicolás Maduro?
-Tendría que hacer una cola muy larga, pero yo lo que creo es que a Maduro y a su equipo, les ha llegado la hora de hablarle claro a la gente y decirle: ‘La cosa no es como la están pensando, tenemos que hacer unos ajustes, algunos van a doler, pero es por el bien de todos’. Yo creo que a la gente hay que hablarle claro sobre los problemas que estamos pasando para poder solucionarlos entre todos, porque mucha gente tiene soluciones.
-¿Abandonó el sueño de la política?
-Eso es como cuando tú te metes a peluquero, después que te metes no te puedes salir más nunca. La política se metió con todo y con todos, ahora nosotros nos metemos con la política, porque hay muchos políticos dando la cómica, entonces los cómicos vamos a hacer política para ver si les gusta la invasión a su terreno. El sueño mío es ser presidente de Venezuela, pero no estoy apurado.
-Ha dicho que no le importa la crítica sino el público…
-No. Me importa la crítica, pero no me detengo por esta. Le paro porque tengo que mejorar; me interesa que el público general se divierta. Si tú no quieres que te critiquen no hagas nada, te quedas en tu casa y no salgas, te llevan la comida, te llevan todo. Pero yo prefiero que me critiquen por hacer y no por inacción.
Fuente: EU
Ángel Ricardo Gómez