El Gobierno belga decidió este martes endurecer las medidas frente a la COVID-19 y ampliar a todo el país el uso de la mascarilla en espacios públicos interiores y del certificado COVID en restaurantes, gimnasios o eventos, ante el aumento de contagios y hospitalizaciones.
Las medidas se aplicarán a partir del 29 de octubre y también en la región de Flandes, que había eliminado en buena medida el uso de la mascarilla y no exigía el pase sanitario, que Bruselas utiliza desde hace una semana y Valonia ya tenía previsto introducir a partir del mes próximo.
La decisión llega después de que los contagios hayan crecido un 70% en la última semana, hasta los 5.300 al día, y las hospitalizaciones más de un 50%, hasta 115 semanales, en un país que tiene once millones de habitantes y una tasa de vacunación del 74%.