Sin pausa el Banco Central de Venezuela (BCV) continúa su estrategia de intervención cambiaria. Esta semana está colocando en la Banca 42 millones de dólares y 34 millones de euros para ser vendidos en las mesas cambiarias en los próximos días, con el fin de mantener contenido o a la baja el tipo de cambio oficial.
La tasa de cambio a la que el ente emisor está vendiendo estas divisas es oficialmente de 5,01 euros, equivalentes a 4,42 bolívares por dólar. De acuerdo con el registro del BCV, esta es la menor cotización de intervención desde el 27 de octubre del año pasado y, además, esta es la segunda semana consecutiva de disminución de la tasa de cambio en la oferta de moneda extranjera.
En lo que va de año, el precio de venta de divisas a la Banca ha caído 2,91%, mientras que la cotización de referencia en las mesas cambiarias ha descendido 3,84% al cierre del pasado viernes 18 de febrero.
En términos consolidados, la intervención de este lunes 21 de febrero asciende a 80,5 millones de dólares, de forma que la autoridad monetaria ha destinado 581,4 millones a contener el avance del dólar en el mercado oficial en lo que va del ejercicio 2022, y de igual manera impactar con una señal de estabilidad al mercado paralelo.
Esta semana, la autoridad monetaria elevó la apuesta con un aumento de su colocación de 13,6 millones de dólares en comparación con la venta del pasado 14 de febrero. Así las cosas, en un total de 9 operaciones de intervención cambiaria, el BCV ha colocado un promedio de 64,6 millones de dólares por venta.
El enfoque parece ser preventivo, ya que la liquidez monetaria ha comenzado a aumentar de una manera más agresiva en las últimas semanas; de hecho, en el corte del pasado 11 de febrero el incremento fue de 6,74% para que el circulante en poder del público subiera a 4.538.845 bolívares reexpresados.
En lo que va del ejercicio contabilizado de 2022, la liquidez ha aumentado 7,93%, mientras que en el mismo período del año anterior el alza fue de 21,67%, lo que indica que el BCV mantiene con disciplina la política de restricción monetaria, apenas matizadas por necesidades concretas de pagos de bonos a través del sistema Patria, ya que las cancelaciones a proveedores se están haciendo directamente en divisas.
Fuente: Banca y Negocio