La muerte de Kluiberth Roa, un joven de 14 años, ha vuelto a poner a la violencia en el primer renglón de las conversaciones en Venezuela.
La crisis económica pasó a un lado y ahora los venezolanos opositores se vuelven a quejar, como hace un año, de lo que llaman la «represión del régimen».
El gobierno de Nicolás Maduro condenó la muerte de Roa, perpetrada por un policía que está arrestado.
Para este miércoles se esperan nuevas protestas a lo largo del país, mientras la oposición pidió que se tramite la nulidad de la polémica resolución 008610 que permite usar armas de fuego en el control de manifestaciones.
La muerte del adolescente reavivó el debate sobre el uso de armas letales en protestas.
Y mientras algunos funcionarios del gobierno han dicho que el caso de Roa es aislado, opositores lo consideran no solo parte de la violencia rampante que hace de Venezuela uno de los países más peligrosos del mundo, sino de una arremetida contra estudiantes de oposición.
Durante los últimos días se han reportado cinco casos más de estudiantes asesinados.