Las colas. Ese es el tema que más les preocupa a los venezolanos, según encuestas. El tema del que más hablan. Su día a día, como dicen ellos.
Así que el domingo el presidente, Nicolás Maduro, anunció otra medida con el objetivo de acabar con las colas frente a los supermercados: intervenir la red de farmacias más conocida del país, Farmatodo.
«Tienen todos los productos y sabotean: de 10 cajeras, ponen tres a trabajar y los tenían era descargando un camión», dijo el mandatario sobre lo que considera una «táctica guerrillera» en una supuesta guerra económica del sector privado contra su gobierno.
Maduro, además, confirmó la detención de algunos de los gerentes de las 167 tiendas de Farmatado en el país.
El lunes por la noche, en una medida parecida, Maduro anunció la ocupación y el arresto de los directivos de otra cadena de tiendas que medios oficialistas identificaron como Día a Día.
Pero por la mañana del lunes, tras el anuncio sobre Farmatodo, la gente se levantó como todos los días «a hacer su cola», como dicen acá, muchas veces en busca de lo que encuentren, en lugar de lo que necesitan.
«Hoy fue un día agradable porque pasé por el Bicentenario (un supermercado del gobierno) y no había cola y entré y compré todo lo que pude», dice Judith Volcán, de 68 años, con una sonrisa radiante.
Tuvo suerte, admite. Porque «si hay cola es porque hay productos; si no hay productos, no hay cola», dice.
En un recorrido por varios Farmatodo este lunes, BBC Mundo no encontró filas.
Pocos de los clientes entrevistados en distintos sectores de la ciudad dijeron que la falta de cola tuviera que ver con el anuncio de Maduro: «Es porque no hay nada», dijeron al explicar la ausencia de las ya tradicionales líneas de clientes que esperan.