Batalla por la moral en Egipto gracias a TikTok

Batalla por la moral en Egipto gracias a TikTok

El gobierno de Egipto declaró la guerra a TikTok.

 

Una ola de arrestos barrió las calles de El Cairo, apuntando a creadores de contenido que, según las autoridades, cruzaron una línea invisible: la de la “moral pública”.

 

Esta ofensiva policial, según EFE, no solo silencia a los influencers, sino que expone el profundo choque entre las libertades digitales y los valores conservadores que anidan en el corazón del país.

 

 

Persecución sin límites

 

El operativo policial se intensificó este fin de semana. De hecho, puso entre rejas a figuras populares, generando un terremoto en la comunidad digital.

 

El más notorio es “Shaker”, conocido como el “Don Juan de TikTok”, un influencer con casi 5 millones de seguidores. Fue arrestado en una cafetería de lujo, acusado de publicar videos que “violan los valores y principios familiares”. La policía, además, encontró estupefacientes en su posesión, añadiendo un cargo más a la lista.

 

Pero Shaker no está solo. Figuras como Qamar al Wekala, Suzy al Ordoneya y Madahem también fueron detenidos bajo cargos similares, acusados de utilizar “lenguaje ofensivo” y de “violar la moral pública”.

 

En el caso de Madahem, las autoridades también encontraron drogas y dinero en efectivo.

 

Esta campaña de represión llega en un momento de efervescencia para la plataforma en Egipto.

 

Lamees al Hadidi, una popular presentadora de televisión, calificó a TikTok como una “invasión económica”, argumentando que es una forma fácil de ganar dinero sin tener un “trabajo real”.

 

La red social, con su sistema de regalos que se convierten en dinero, ha crecido rápidamente entre los jóvenes; ofreciéndoles una vía de escape y una fuente de ingresos, lo que a su vez ha generado un intenso debate social.

 

 

Precedente preocupante en Egipto

 

No es la primera vez que el gobierno egipcio ataca a los tiktokers. En 2020, una historia similar se desarrolló cuando varias mujeres fueron encarceladas por “atacar los valores de la sociedad”.

 

Sus videos, que mostraban cómo monetizar contenido en una plataforma similar, fueron interpretados como una promoción de la prostitución.

 

Amnistía Internacional criticó duramente las detenciones, señalando que las mujeres eran castigadas por su forma de bailar, vestir o hablar.

 

Por su parte, el diputado egipcio Ahmed Badawi puso a TikTok en una posición de advertencia. Le dio un plazo de tres meses para que adapte su contenido a los estándares morales y sociales del país.

 

El caso más reciente que ha desatado la indignación fue un video viral en el que una tiktokera se autoproclamaba hija secreta del difunto presidente Hosni Mubarak. En un video lanzó una grave acusación de tráfico de órganos que implicaba a personalidades del espectáculo. Este incidente parece haber sido la gota que derramó el vaso, llevando a las autoridades a intensificar sus acciones.

 

 

ComputerHoy

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