No bastan las historias espantosas de lo que sufren los pacientes del Hospital de Niños en Caracas. Siempre se ha sabido que la situación es peor en el interior del país y la noticia de que los enfermos con cáncer del Pediátrico Agustín Zubillaga en Barquisimeto se quedaron sin quimioterapia es una cruel evidencia de esto.
30 niños que pelean a diario contra la enfermedad no podrán recibir su necesario tratamiento porque no hay personal. Todos estos pacientes eran atendidos por dos enfermeras, quienes les ponían la quimio. Sin embargo, una salió de vacaciones y la otra se enfermó. Y la solución que le dan a los padres es que vayan a un centro de salud en donde les cobran 15 dólares.
Cuando se habla de crueldad no es una exageración. Si se sabe que los niños dependen de esto para sobrevivir y que no todos los padres cuentan con la cantidad de dinero para pagar una atención privada, sencillamente se está dejando a la buena de Dios la recuperación de estos pequeños pacientes.
La situación no es diferente en otras regiones e incluso en la capital, en donde antes había centros especializados en estos tratamientos en el sistema público de salud. Hoy se dice, por ejemplo, que en El Llanito hay una enfermera por cada 50 pacientes con cáncer que acuden a ponerse la quimioterapia, ¿qué tipo de atención es esa? ¿Acaso no saben que este tipo de fármacos tienen indicaciones muy específicas que no pueden cambiarse?
La atención de estos enfermos no solo se centra en conseguir los medicamentos, sino en tener el personal especializado que pueda administrarlos, pues son componentes delicados y pacientes en condiciones muchas veces críticas que requieren vigilancia. Los niños deben ser cuidados mucho más, pues sus cuerpos frágiles por la enfermedad a veces no responden positivamente. Y si esta realidad no conmueve a los que no son capaces de invertir en personal e instalaciones para atenderlos es porque no son seres humanos.
Los niños de Lara, los de toda Venezuela, merecen una atención de primera para recuperar la salud. «Dejen de malgastar el dinero en campañas inútiles y pónganlo al servicio de la gente que lo necesita», piden a gritos los padres de los pacientes de Barquisimeto. Contraten las enfermeras que hagan falta, páguenle el sueldo justo para lo delicado de su trabajo, garanticen los medicamentos y las condiciones de las instalaciones.
No se dan cuenta de que garantizar la atención que requieren los ciudadanos es la mejor manera de obtener los votos que les hagan falta. Pero si ni siquiera saben de la existencia de estos niños ni de ninguno de los que imploran por medicamentos, médicos y enfermeras, ¿qué pueden ofrecer en campaña que la gente les crea?
Editorial de El Nacional
Los padres de los niños con cáncer protestaron la falta de atención frente a la Gobernación de Lara | Foto El Impulso
