Decenas de vecinos, cargados de peticiones, promesas y agradecimientos, recorrieron una vez más el casco histórico de Baruta en búsqueda del Niño Jesús robado.
Cuatro padrinos –como es tradición– guiaron la procesión, que fue amenizada con aguinaldos y parradas.
La Paradura del Niño, herencia de los andes venezolanos, se enraizó en Baruta hace 30 años y la Alcaldía siempre la organiza en el marco del Día de la Candelaria.
“Me siento muy contenta porque ya encontramos al Niño y espero que su poder resguarde a todos los baruteños”, resaltó la señora Rosa María Hernández, quien tiene más de cinco años participando en este acto de fe. “Es muy emocionante ver que cada vez se suman más vecinos”.
Los sonidos de guitarra, cuatro y maracas de la agrupación Violines de Mérida se fusionaron para engalanar al niño milagroso. “Tenemos más de 15 años viajando desde Mérida para acompañar al pueblo de Baruta en una tradición que refleja la fe de sus habitantes”, aseguró Diego Peña, director de la agrupación.
En esta ocasión, los alumnos de la escuela de Danza Nacionalista Dan Frank fueron los encargados de personificar a María y José, quienes estuvieron acompañados por los tres Reyes Magos y un grupo de ángeles. La escuela municipal Monseñor Lucas Guillermo Castillo también estuvo presente.
“Ver a los niños tan entusiasmados es muy gratificante, sobre todo porque es a través de ellos que se puede mantener viva esta tradición”, indicó José Valdirio, uno de los cuatro padrinos del evento. “Me siento honrado por la oportunidad que me dieron”, precisó.
Tras tocar las puertas de varios comercios y casas del pueblo, el Niño fue encontrado en el negocio de Rolando Arguinzones. “Es una verdadera dicha tener a Jesús en mi barbería; solo pido a Dios que derrame bendiciones sobre cada uno de nosotros”.
Con cantos y plegarias, los baruteños trataron de regresar al “misionero” a su hogar, pero fue raptado por un devoto, que espera ansioso el 2015 para recibir en su casa a los creyentes.
Nota de prensa