El periodista y dirigente político Juan Barreto criticó este lunes que Edmundo González Urrutia, excandidato presidencial de la oposición democrática haya salido del país: «Hay un refrán que dice que el capitán es el último que abandona el barco”.
Así lo dijo en entrevista con Vladimir Villegas en su programa Vladimir a la Carta, en la que manifestó que la responsabilidad que asumió González Urrutia como candidato a la presidencia lo obligaba a mantenerse firme, a no ceder, en cualquier circunstancia.
“Es verdad que lo presionaron y chantajearon, pero cedió a la presión. Y eso es preocupante y triste”, comentó.
Añadió que Edmundo González ha debido negociar desde una posición de fuerza poniendo, por lo menos, la condición de libertad de los muchachos, mujeres embarazadas, periodistas y dirigentes políticos que hoy permanecen presos en las cárceles venezolanos, a raíz de las elecciones del 28 de julio.
Insistió en que la mayor parte de la gente que votó por el representante de la Plataforma Unitaria, así como por cualquier otro candidato distinto a Nicolás Maduro, lo hizo por un cambio y el sufragio de ese sector de la población es un voto soberano que debe ser respetado.
En este sentido, dijo que lo que están solicitando va más allá de que González Urrutia esté dentro o fuera del país, por cuanto el núcleo problemático es que el Consejo Nacional Electoral cumpla con sus responsabilidades legales y constitucionales publicando los resultados electorales, de manera desagregada mesa por mesa, y que la sentencia N° 31 de la sala electoral del Tribunal Supremo de Justicia sea anulada.
También está exigiendo que se cuenten los votos uno por uno, abriendo las urnas electorales con observación internacional y la participación de los actores políticos, tal y como se hizo en el año 2013.
A juicio de Barreto, la no presentación de las actas electorales es una llaga abierta para el gobierno de Nicolás Maduro.
El gobierno está como un gato herido
Barreto también expuso que Venezuela vive un momento de gran incertidumbre “en el que el gobierno se atrinchera en sus posiciones y pareciera que se niega a reconocer a otros factores, lo que es peligroso para la constitución y las reglas de juegos que nos rigen”.
«El gobierno está como un gato herido tirando manotazos, a diestra y siniestra, a todo lo que se mueva, tratando de abrirse paso en medio de una tiniebla que ellos mismos han construido”.