El docente estaba recogiendo café. La falta de suero antiofídico en los dos centros de salud donde lo atendieron complicó su salud. Sus familiares compraron uno, pero no tenían dinero para cubrir el costo de los antivenenos restantes que requería el profesional
El educador Wilfredo Urbina, de 47 años, murió luego de ser mordido por una serpiente de la especie mapanare. El hecho ocurrió en el sector Altamira de Cáceres, parroquia Calderas del municipio Bolívar en el estado Barinas.
Una publicación del Diario de Los Llanos indica que el educador estaba recogiendo café cuando fue atacado por el reptil el 2 de julio.
Sus familiares lo llevaron a la medicatura de la zona; no obstante, fue referido al hospital Dr. Luis Razetti, debido a la falta de suero antiofídico.
En este centro asistencial le aplicaron una dosis, pero el veneno se había expandido por gran parte del cuerpo y murió, según publicó el Diario Los Llanos.
Un familiar denunció que este producto fue comprado por los parientes del educador, porque en el hospital tampoco había el medicamento.
Según lo señalado por este denunciante al Diario Los Llanos, el paciente requería entre cuatro y ocho dosis, pero ellos no tenían más recursos económicos por lo costoso del medicamento.
Wilfredo Urbina era docente del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) y de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) en Barinas. Su muerte causó hondo pesar entre familiares, colegas y estudiantes.
Un caso similar
A mediados del mes de junio ocurrió un caso similar en la urbanización El Jobito del estado Miranda cuando un vecino fue mordido por una serpiente. Esta persona fue atendida en el hospital Victorino Santaella de Los Teques.
“Se trató de un caso severo de envenenamiento, donde el señor Luis Castellón presentó lesiones extensas en el pie izquierdo compatibles con un envenenamiento bothrópico, producido por una mapanare (Bothrops sp.)”, explicó la Fundación Vivarium en sus redes sociales.
Sobre el incidente, Vivarium detalló que Castellón no vio la serpiente y la pisó accidentalmente.
Al ser atendido al paciente le apreciaron: edema masivo y tenso, con distensión evidente de la piel desde el pie hasta la pierna; flictenas hemorrágicas múltiples, de gran tamaño y con contenido serohemático oscuro, en áreas como el talón y el dorso del pie; signos tempranos de necrosis, con coloración violácea y piel cianótica entre las ampollas y movilidad reducida y dolor severo, indicativo de compromiso neuromuscular o vascular.
“El equipo de la Fundación Vivarium aplicó su nueva herramienta experimental: Escala Dinámica de Severidad Clínica, actualmente en fase de prueba con más de 30 casos reales en Venezuela. Esta herramienta busca brindar a los profesionales de salud del país un instrumento ágil, visual y útil para estimar la gravedad del envenenamiento y orientar la toma de decisiones clínicas en tiempo real”, remarcó la organización.
El paciente recibió suero antiofídico polivalente y los estudios de laboratorio confirmaron que el envenenamiento fue neutralizado de manera efectiva. Actualmente se encuentra estable y se espera por la recuperación funcional del miembro afectado.
Fuente: El Pitazo