Banda de motorizados mató un hombre dentro de un hospital en Los Teques

Banda de motorizados mató un hombre dentro de un hospital en Los Teques

Eran casi las 5:00 am, y en la calle 24 de Julio de Pan de Azúcar sonaba a todo timbal la música de una fiesta, donde se apareció un sujeto que le pedió un trago de ron a otro y este se lo negó. Entonces se armó una sampablera que terminó en balacera y dejó tres muertos en el sitio y un herido, que fue rematado por una banda de motorizados que entró a la brava a la emergencia del hospital Victorino Santaella (HVS). Los fallecidos son Luis Eduardo Ovidio Castilla (26), quien recibió un disparo en la cabeza; Johan Arturo Barrios Ramírez (21), abaleado en el tórax; Cristián Castillo (20), tiroteado en varias partes del cuerpo; y Jairo Márquez (30), que al principio recibió un balazo en un hombro, pero minutos más tarde le cayeron a puñaladas en el HVS.

 

Fuentes policiales señalaron que fue Márquez el que le habría negado la caña al hombre porque le mostró una pistola con la que quiso intimidarlo. En el bonche ambos tuvieron una pelea y la peor parte la llevó el muchacho, que recibió varios golpes en la cara. Aparentemente, se retiró del lugar y fue a su casa, pero regresó con un arma de fuego. Sin mediar palabras, disparó y otros respondieron al ataque; en ese instante le dieron el tiro que lo mandó directo al hospital. “Estábamos aquí en la emergencia, nos disponíamos a atender al abaleado, cuando de un momento a otro llegaron los motorizados, hasta metieron las motos por los pasillos de la sala de emergencia, y delante de todo el mundo lo apuñalaron. Luego salieron como si nada. Esto fue horrible”, relató una enfermera que estaba de turno.

 

Militares y vigilante salieron corriendo

 

El personal de seguridad interna del hospital corrió asustado para resguardarse de la turba. Los militares del Dibise no le hicieron frente a los malandros porque eran muchos y además no tenían armas con qué responderles. Sin embargo, los guardias nacionales y vigilantes sí tuvieron guáramo para correr a los periodistas que nos trasladamos hasta el recinto a buscar más detalles sobre el caso. A eso de los 10:00 am, el equipo reporteril llegó hasta Pan de Azúcar para obtener más datos. A pesar de que salieron varios vecinos nadie quiso hablar, a excepción de uno de ellos, que nos dijo en voz baja: “Pírense de aquí porque la vaina está fea”. En el pavimento se veía la sangre que corrió después de la masacre. Se pudo conocer que Jairo Márquez era obrero de la construcción, trabajaba en Metro Los Teques y deja dos niños.

 

El Dr. Cesar Rivas, quien se encontraba de guardia en el Hospital Victorino Santaella en el momento de los hechos, nos relató su versión de lo ocurrido. «Prácticamente me secuestraron por 20 minutos, los delincuentes me obligaron a trabajar bajo presión» nos dijo. El Doctor Rivas también exaltó la labor de los médicos venezolanos, «hay que tener madera de héroe para dedicarse a esto, necesitamos protección de los entes del estado, lo que vivimos aquí el domingo no debe ocurrir en ningún hospital del país», concluyó.

 

Con información del Diario Avance y Confirmado

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