En su Informe de Política Monetaria (Ipom) correspondiente a junio, presentado hoy, el emisor también advirtió que el impulso externo que recibirá la economía chilena en los dos próximos años «será menor al previsto el pasado marzo y al de los dos años anteriores».
La desaceleración económica «se ha acentuado», señaló el presidente del emisor, Mario Marcel, al exponer el informe ante la Comisión de Hacienda del Senado.
El informe prevé que la economía chilena crecerá en un rango de entre un 2,75 y un 3,5 % en 2019, por debajo del 3 al 4 % estimado en marzo, baja que explica principalmente «la sorpresa negativa del primer trimestre».
En ese período, el PIB de Chile creció solo un 1,6 %, y en abril la actividad aumentó un 2,1 % interanual, lo que llevó a las autoridades a admitir que la economía tuvo este año «un lento despegue».
La nueva proyección «es coherente con que la economía retomará mayores tasas de expansión interanual en la segunda mitad del año», mientras para 2020 y 2021 proyectó tasas de crecimiento mayores, «de entre 3 y 4 % en ambos años», subraya el texto.
Para ello, consideró que «los efectos macroeconómicos del fenómeno inmigratorio irán siendo más patentes, aumentando el empleo asalariado, la inversión y el consumo».
Se sustenta, además, en que «la ejecución de los grandes proyectos de inversión procederá según lo previsto, con una importante concentración en los próximos dos años».
La nueva proyección había sido adelantada el pasado viernes, cuando el emisor, de forma sorpresiva, recortó en 50 puntos base la Tasa de Política Monetaria (TPM), del 3,00 al 2,50 %, por considerar que la recuperación económica «no ha sido suficiente para cerrar la brecha de actividad e impulsar la inflación».
Ese día también se informó de una inflación del 0,6 % en mayo, lo que llevó la tasa acumulada desde enero del 1,5 % y la interanual a un 2,3 %, aún por debajo de la mediana del rango de entre 2,0 y 4,0 % que maneja el emisor para un horizonte de dos años.
En el Ipom de este lunes, el Banco Central elevó su proyección de inflación a diciembre de 2019, desde un 2,6 a 2,8 %, aunque reduce del 3,0 al 2,9 % la correspondiente al 2020 y mantuvo en un 3,0 % la del 2021.
Aseguró además que la convergencia de la inflación a un 3,0 %, la mediana del rango meta, «se dará durante el 2020».
El emisor advirtió que una intensificación de los riesgos externos podría llevar a un deterioro abrupto de las condiciones financieras locales.
«La materialización de alguno de los escenarios de riesgo externos podría impactar negativamente en las expectativas y decisiones de inversión internas», sostuvo.
En ese contexto, corrigió a la baja el precio proyectado del cobre, el principal producto chileno, desde 2,90 dólares a 2,80 dólares promedio para el período 2019-2021.
También recortó su pronóstico para este año de la formación bruta de capital fijo, principal componente de la inversión, desde un 6,2 a un 4,5 %.
Sin embargo, para el 2020 subió esta proyección desde un 4,3 a un 5,1 % y para el 2021 desde un 3,9 a un 4,1 %.
Para la demanda interna el Ipom prevé aumentos del 2,9 % este año, del 3,8 % el próximo y del 3,5 % en 2021, mientras el consumo total crecería un 3,1, un 3,5 y un 3,4 %, respectivamente.
Respecto del comercio exterior, las exportaciones crecerían un 0,6 % este año, un 3,6 % el próximo y un 2,7 % en 2021, en tanto las importaciones aumentarían un 0,6, un 4,3 y un 2,7 %, respectivamente.
En ese contexto, la cuenta corriente de la balanza de pagos cerraría este año con un déficit del 2,9 % del PIB, del 2,8 % el próximo y de igual rango en 2021.
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