La mandataria explicó que para dar al proceso un cauce institucional dentro de la legislación actual, presentará a fines del 2016 un proyecto de ley que permita dictar una nueva carta magna, el que deberá ser aprobado por un quórum de al menos dos tercios del Congreso.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, anunció la noche del martes el inicio de un proceso para crear una nueva Constitución, en una discusión que demoraría al menos tres años y que busca reemplazar una de las últimas herencias de la dictadura de Augusto Pinochet.
En un mensaje a la nación a través de una red voluntaria de radio y televisión, la mandataria socialista dijo que la transformación de la carta fundamental pasará por lograr el compromiso de la ciudadanía y de todas las corrientes políticas, citó Reuters.
«Hoy estamos dando un paso fundamental para el destino de nuestro país. Estamos dando inicio al proceso que nos permitirá tener una nueva Constitución (…) porque la actual Constitución tuvo su origen en dictadura y no responde a las necesidades de nuestra época», dijo Bachelet.
«Chile necesita una nueva y mejor Constitución y que exprese la voluntad popular. Una legítima y respetada por todos», agregó.
El proceso para tener una nueva carta magna, una de las promesas electorales de Bachelet, comenzará con una campaña de educación cívica y constitucional.
En marzo del próximo año seguirá con «diálogos» ciudadanos que darán paso a la creación de los pilares del proyecto de nueva Constitución, proceso que concluirá en octubre del próximo año.
«Estamos convocándolos a todos (…) a un ejercicio natural de la vida democrática y, por lo mismo, sabremos llevarla adelante sin alterar nuestra normalidad institucional», dijo la mandataria.
Bachelet nombrará en las próximas semanas a un Consejo Ciudadano de Observadores que acompañe el proceso y dé garantías de transparencia y equidad en la conformación de las bases ciudadanas para la nueva Carta Magna.
La idea del Gobierno es que a inicios del segundo semestre del 2017 se presente ante el Congreso el proyecto de una nueva Constitución.
No obstante, Bachelet admitió que no basta con tener un proceso participativo y un proyecto para que la nueva Constitución sea realidad, ya que la actual no contempla mecanismos para elaborar una nueva carta fundamental.
La mandataria explicó que para dar al proceso un cauce institucional dentro de la legislación actual, presentará a fines del 2016 un proyecto de ley que permita dictar una nueva carta magna, el que deberá ser aprobado por un quórum de al menos dos tercios del Congreso.
Bachelet agregó que propondrá a los legisladores que habiliten al próximo Congreso para que decida, entre cuatro alternativas, el mecanismo de discusión del proyecto y las formas de aprobación de la nueva Constitución.
Las alternativas para discutir el proyecto son conformar una comisión bicameral de senadores y diputados, formar una convención constituyente mixta de parlamentarios y ciudadanos, crear una Asamblea Constituyente o que el Congreso convoque a un plebiscito.
EU