Las colas en Venezuela parecen ser un problema de nunca acabar. Cada vez son más notables los ciudadanos que día tras día permanecen estáticos en las afueras de los diferentes comercios de la localidad, y de la nación, para esperar por la adquisición de los diversos productos regulados que todavía no alcanzan para abastecer a la población.
No es de extrañar que entre los comentarios que se escuchan al caminar por las calles de Ciudad Guayana, ciudadanos se quejen por la escasez de harina de maíz, desodorantes, champú, desinfectantes, aceites y demás artículos de producción nacional que se utilizan para desempeñar diversas actividades del hogar y el trabajo, no obstante deben lidiar diariamente con los robos que se desarrollan en la entidad, los cuales, al igual que la carencia de alimentos, no disminuyen con el transcurrir de los días.
La opinión pública ha manifestado en diferentes oportunidades no estar de acuerdo con hacer las colas que se efectúan en supermercados, farmacias, frigoríficos, panaderías, entre otros comercios, pero no por ello dejan de agregarse a una cola en el momento que puedan “por necesidad” y este es el punto para que muchos guayaneses pasen más de ocho horas sentados o parados en una cola.
Eldrys Valenzuela
Leer más en Nuevaprensa.com.ve