Un intento de secuestro de un avión turco procedente de Ucrania ha terminado este viernes en el aeropuerto de Estambul con la entrada de las fuerzas especiales de Turquía, a las que se ha entregado el frustrado pirata aéreo, que pretendía desviar el aparato a la ciudad rusa de Sochi, donde hoy se inauguran los Juegos Olímpicos de invierno.
El pasajero, un ucraniano que actuó bajo los efectos del alcohol, pretendía acceder a la cabina del piloto del avión, de la compañía turca Pegasus, durante el vuelo que cubría la ruta entre la ciudad ucraniana de Jarkov con Estambul, ha informado la cadena CNNTürk. Para atemorizar a la tripulación les ha dicho que llevaba una bomba.
Al parecer, los pasajeros han podido convencer al ucraniano de que desistiera de su intento. Tras una hora de tensa espera en el aeropuerto de Sabiha Gökçen, en la parte asiática de Estambul, el frustrado secuestrador ha sido neutralizado y se ha entregado a las fuerzas de seguridad, que lo han trasladado a comisaría para proceder a su interrogatorio, y los 110 pasajeros del avión han podido desembarcar.
Fuente: Agencias