El Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro, realizó hoy un foro denominado “Realidad Petrolera y Repercusiones Económicas”, el cual se llevo a cabo en las instalaciones del ITER y tuvo como ponentes a destacados profesionales entre los que figuraron, el presidente del Instituto, Ramón Guillermo Aveledo, el economista Orlando Ochoa, el ingeniero Arnold Volkerborn y al profesor de la UCV y también economista José Guerra.
Ramón Guillermo Aveledo inició este foro que pretendía debatir la situación que enfrenta Venezuela con respecto a su economía petrolera y las consecuencias de ello a corto y largo plazo para los venezolanos.
En su intervención Aveledo indicó que Venezuela ya no figura entre los 10 primeros países productores de petróleo a nivel mundial y aseguró que a comienzos de año se ha acentuado la tendencia a la baja de los precios del petróleo a nivel internacional, hecho que, no favorece al país.
“Desde hace ya varios años, tengo el hábito de revisar el Pocket World in Figures, especie de almanaque mundial que publica, con la autoridad que le da su bien ganado prestigio, la revista The Economist. En las páginas de su edición correspondiente a 2015, leo unos datos que comparto con ustedes. Ya no figuramos entre los diez primeros productores de petróleo del mundo. Somos primeros en reservas probadas, un ranking en el cual hemos ascendido desde el quinto puesto que ocupábamos hace cinco años. Aportamos menos al mercado petrolero mundial, pero tenemos las reservas más cuantiosas del planeta. Estos datos, que se basan en cifras sólidas, hablan de decisiones políticas y estratégicas, y también de manejo gerencial de la industria. Comenzando el año se ha acentuado la tendencia a la baja que traían los precios internacionales del crudo a lo largo del segundo semestre de 2014. Esta circunstancia, infortunada para nosotros, nos toma impreparados. Se diría que el resfriado nos pesca sin pañuelo, pero no es un resfriado”, afirmó el Presidente del Fermín Toro.
En la misma línea Aveledo señaló que ahora Venezuela es más vulnerable a la caída de los precios, a consecuencia de las acciones y omisiones, decisiones e indecisiones de los años precedentes. Decisiones que, según comentó, no son sólo de política petrolera, sino de política económica y política fiscal.
“Dependemos más que nunca del petróleo, por su predominio sin precedentes como fuente de divisas, por el peso relativo adquirido por las importaciones en nuestra cotidianidad, y por su impacto enorme en el gasto fiscal. En un largo reportaje sobre la materia, el Financial Times del pasado 16 de diciembre, ubicaba el precio para un break even fiscal de Venezuela en $ 114,5. Esos $114.5 que necesita el fisco venezolano como precio del petróleo Brent, solo son inferiores a los $ 130 que requiere el fisco iraní, y se comparan con $ 110 que necesita Nigeria, $ 105 de Rusia, o los $ 89 de Arabia Saudita. A México le alcanza con $ 79, y con $ 40 a Noruega. Los gobiernos de Irán, Venezuela, Nigeria y Rusia son aquellos a los que más afecta la caída de los precios. Estamos en problemas. No son problemas irresolubles, pero enfrentarlos y superarlos exige una claridad de visión, una comprensión de la realidad, una capacidad de decisión y una voluntad de rectificación que hasta ahora no ha mostrado el gobierno venezolano”, puntualizó el dirigente opositor.
Por otra parte aseguró que no se anuncian correctivos indispensables para hacer más productiva y eficiente a Pdvsa, ni rectificaciones en la política de donaciones, descuentos o trueques con otros países que en condiciones tan desventajosas se ha mantenido “por delirios de grandeza”.
“Como en vez de política petrolera teníamos un discurso, las dificultades nos atrapan repitiéndolo y quejándonos de presuntas “conspiraciones” en una evolución que no vieron desde los despachos gubernamentales. Creyendo incidir en los factores geopolíticos y naturales que impactan la economía petrolera, en los cuales la influencia de los países exportadores es modesta o nula, nuestros decisores desatendieron aquellos que sí dependen de nuestro manejo, como la capacidad de producir y vender, la organización, la competencia, el aprovechamiento de condiciones de mercado. Valores propios de una empresa petrolera o gasífera, su estrategia industrial y comercial, su capacidad para formar alianzas que traigan capital y tecnología”, sentenció.
Al mismo tiempo Aveledo afirmó que los precios no bajarán indefinidamente.
“En los nuevos equilibrios que el mercado encuentre, hay oportunidades para petróleos pesados y extra pesados que hoy está Canadá en mejores condiciones de aprovechar que nosotros, porque se ha preparado, aunque la explotación de nuestros crudos de la Faja sería, en principio, más económica y más aceptable desde un punto de vista ambiental. Pero para eso hay que tomar decisiones cuanto antes. Crear condiciones de desarrollo tecnológico para el petróleo en la Faja. Repatriar capital humano valioso que ha sumado experiencia al nivel ya alto que tenía cuando se fue. Crear condiciones jurídicas apropiadas para atraer capital financiero. Estamos hablando de proyectos que necesitan entre cinco y ocho años desde la negociación hasta empezar la producción. Pero no hay tiempo que perder. El tiempo es un recurso natural verdaderamente no renovable”, finalizó
Por otra parte el economista Orlando Ochoa expresó que estamos al borde de una crisis humanitaria que se verá evidenciada en los próximos meses si no se hacen los correctivos respectivos al caso.
«Tenemos una economía que mantiene un límite de 16 por ciento, cuando el máximo limite aceptado a nivel mundial es de 4 por ciento para considerarse que una economía es sana; somos considerados el caso más difícil a nivel económico mundialmente, estamos al borde de una crisis humanitaria que se verá evidenciada en unos meses cuando se ponga en funcionamiento la economía cambiaria», manifestó Ochoa.
De igual manera el economista dijo que en los últimos 3 años el Plan Nacional Socialista impuesto por el Gobierno “Siembra Petrolera” tiene un déficit de producción de 180 mil barriles de petróleo.
“Prácticamente estamos importando una cifra similar a la que estamos dejando de producir. La producción de crudos extra pesados se ha elevado tan sólo 155 mil barriles anuales. Para petróleos de Venezuela la producción de crudo extra pesado es más importante que su deuda externa, actualmente no se puede exportar crudo y se tiene que dirigir hacia el mercado interno, para el 2015 las importaciones pueden estar en el orden de los 5 mil millones de dólares. Por tanto podemos decir que en 16 años no se ha instalado un nuevo mejorador de crudo, por lo que prefieren importar crudo ligero de Nigeria. Ahorita sólo somos una mezcladora de crudo extra pesado con crudo ligero. Todo el ajuste de la economía venezolana pasa por ordenar a PDVSA. Si queremos soluciones debe haber un ordenamiento fiscal, un Banco Central que no falsifique estadísticas, reordenar a Pdvsa, reorganizar el perfil de pago de los ciudadanos, reorganizar el sector público y reorganizar el pago a los proveedores. Tenemos una tarea compleja, actualmente estamos al borde de una hiperinflación», sentenció Ochoa.
Por otra parte el ingeniero Arnold Volkerborn fue muy preciso al decir que Venezuela ha perdido una gran ventana de oportunidades para incrementar su producción petrolera y mejorarla, dado a que, mientras en muchos años no hemos desarrollado nuevas tecnologías, países como Estados Unidos y Canadá ya han trabajado en el elaboramiento de otras formas de producción como lo es la producción de Gas y cada vez más están necesitando menos el petróleo.
“En Venezuela se evidencia una pérdida de una ventana de oportunidades en el desarrollo de gas y desarrollo petroquímico. Estados Unidos está en una posición muy ventajosa por la producción de gas, los costos de producción de Venezuela ya no compiten con América, y Canadá ha invertido durante ya algunos años en la producción de Gas. También Trinidad y Tobago, es hoy el mayor exportador de metanol del mundo, mi tema aquí es que las ventanas de oportunidad para Venezuela son cada vez menor porque no han aprovechado las oportunidades. Las refinerías americanas están cargadas totalmente con este crudo nuevo de lutita, por lo que, Estados Unidos se convierte en el mayor productor del mundo, y evidentemente ya no le interesa la producción de Venezuela ni la del medio Oriente», aseguró el ingeniero.
En la misma línea Volkerborn afirmó que Venezuela está abandonando desde hace mucho tiempo, su mercado más atractivo y, por cierto, el único que tiene, pasando de producir 1.5 millones de barriles a 700 mil barriles por día.
“Estamos abandonando el mercado más rentable que tenemos, Brasil tiene grandes reservas de crudo y se espera que produzca muy pronto un total de 4.5 millones de barriles por día, lo mismo está pasando en México quienes también empezaron a producir Gas, Argentina y Colombia, ambas, con la producción de lutita. De manera que todos compiten por el mismo mercado y van evolucionando por lo que nos vamos quedando con menos oportunidades», manifestó.
Al mismo tiempo señaló que cada vez tenemos un mercado más limitado y estamos rodeados de más y mejores competidores.
«Venezuela produce muy fácilmente el crudo pesado pero tiene un mercado muy limitado actualmente y tenemos grandes competidores que producen lo mismo, el consumo del petróleo ha estado declinando de manera importante, y lo peor es que la demanda de nuestro petróleo no subirá sino que seguirá bajando hasta llegar a un tope, habrá una sustitución masiva de petróleo por gas», puntualizó.
Finalmente el profesor de la UCV y economista José Guerra indicó que la gran síntesis del problema de nuestra economía petrolera es que existe una incapacidad muy grande por parte de PDVSA de aumentar la producción.
“La gran conclusión de estas magnificas ponencias es que hay una incapacidad crónica por parte de Pdvsa de aumentar la producción y mientras el ingreso petrolero vaya destinado en un 60 por ciento a esta empresa, no vamos a poder evolucionar ni hacer ningún tipo de correctivos porque no tenemos dinero y nadie no los va a prestar”, sentenció el profesor universitario.
Nota de prensa