El secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo, reiteró que esa instancia nunca dijo a Estados Unidos que no sancionara a funcionarios venezolanos que hayan incurrido en irregularidades, e indicó que si alguna persona de oposición lo hizo fue bajo su responsabilidad.
«No tengo la menor idea de quien pudo hablar con Jacobson, no fue un miembro de la MUD (quien objetó sanciones a individuos)», dijo el dirigente ante la pregunta del periodista César Miguel Rondón de si sabía quién había pedido a funcionarios del país norteamericano que no se sancionaran a integrantes del gobierno del presidente Nicolás Maduro.
«Si algún individuo, personalidad o grupo de opinión lo ha hecho fue bajo su responsabilidad y no es una cosa que compromete a la oposición democrática venezolana», reiteró Aveledo al aclarar que una cosa son sanciones hacia Venezuela como país, y otra a funcionarios particulares que hayan incurrido en delitos y con esto último nunca han planteado alguna objeción.
En este punto recordó y avaló la aclaratoria de Jacobson: «La oposición no ha sugerido que nos abstengamos de sancionar individuos».
Explicó Aveledo: «En la Mesa ningún partido ha planteado que no haya sanciones para algunos funcionarios del Gobierno, eso está perfectamente claro en la aclaratoria que ella misma (Jacobson) ha hecho con posterioridad. Recordemos que cuando empezaron las preguntas (en el Senado) fue que dio la respuesta y en el seno de la Mesa ni siquiera está en discusión porque ni siquiera es de nuestra incumbencia. De nuestra incumbencia son cosas que tienen implicaciones políticas nacionales, por ejemplo, que hubiera en el país una situación de embargo similar a la de Cuba (…) esas son medidas que consideramos ineficaces. Además son injustas con los pueblos porque entonces son los pueblos los que pagan las consecuencias de las políticas de su Gobierno».
Golpes al diálogo
Aveledo cuestionó «la tempestad que se ha desatado en las redes sociales» con el tema, «originada, por cierto, por personas que ya antes han tratado de descalificar tanto a la Mesa como a la iniciativa política de la Mesa, como el Diálogo, esa gente fue sorprendida en su mala fe».
Sobre el proceso de diálogo reiteró que es «un difícil y complejo camino». Señaló que esta semana avanzó el proceso, pero no en la reunión formal, sino en distintos grupos de trabajo. No obstante, expresó que sucesos como lo ocurrido ayer con los estudiantes «son golpes al diálogo porque contaminan al Gobierno y muestran que en el Gobierno hay varias caras y que no todo el mundo está interesado en que triunfe esta política».
Agregó: «La alternativa a la política de diálogo ¿cuál es? Que se acentúen actuaciones como esta (…) no nos engañemos, la alternativa a la política de diálogo es la guerra, y ese es un peligro con el que tenemos que usar todos los recursos para evitarlo».
El Universal
