La presión internacional aumenta contra la junta militar que tomó el poder en Birmania, mientras continúan las manifestaciones en rechazo al golpe de Estado que son aplacadas con brutalidad por las fuerzas de seguridad.
Durante las protestas de hoy en Rangún, antigua capital y ciudad más poblada, un manifestante recibió un disparo en la cabeza efectuado por la policía y los soldados que buscan extinguir a través de la violencia el masivo movimiento civil de disidencia, reporta el medio The Irrawaddy.
Fuente: EFE
Por: Maria Laura Espinoza
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