terreno en el campo de la medicina estética con intervenciones novedosas, rápidas y más económicas que no necesitan pasar por quirófano. Según los cirujanos plásticos, cada vez son más las mujeres que por motivos estéticos o tras un parto deciden rediseñar su vagina, y también constatan un aumento de los pacientes que se someten a tratamientos de última generación inyectándose productos que contienen la propia grasa o sangre debidamente pretratados.
Vaginas a la carta
Cada verano aprovechamos las buenas temperaturas para ir a la playa y sacarnos la ropa de encima. Las mujeres se depilan más y los bikinis son cada vez más pequeños. “Si tenés los labios menores grandes empujan la ropa y no son escondibles”, afirma el doctor Fernando García Monforte, vicesecretario de la Sociedad Española de Cirugía Estética (SECE) y vicepresidente segundo de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Es uno de los médicos pioneros en cirugía vaginal en España y asegura que esta cirugía se ha puesto muy de moda en el último año porque se ha empezado a promocionar.
Las intervenciones más habituales son la reducción del tamaño del introito vaginal (la entrada de la vagina) y la reducción de los labios menores. “Se lo hacen mujeres sobre los 40 años, que ya han tenido hijos y que van detectando cambios en la zona genital, que son visibles”, relata. “A mi consulta llegó una mujer a la que su hijo le dijo: ¡mamá, tienes un pene! Le operé los labios menores”, añade. Tras la maternidad y las episiotomías con suturas poco adecuadas, la mujer pierde sensibilidad porque la entrada de la vagina queda más grande. Con las nuevas técnicas de rejuvenecimiento vaginal, se reduce y “se recupera parte de esa sensibilidad en el coito”, asegura el doctor.
Es una operación de unos 45 minutos que sólo necesita anestesia local, una higiene muy precisa y una inactividad sexual posterior durante algunas semanas. Otras técnicas de estética vaginal que también están en auge son las inyecciones de ácido hialurónico en el punto G, con lo que la zona central vaginal se hace más sensible y aumenta el número y el placer de los orgasmos; y también se usa el láser intravaginal para mitigar la sequedad asociada a la menopausia.
Fuente: Entre Mujeres