Dentro de las carpetas amarillas está la esperanza. Pablo y María madrugaron frente a la sede del Banco de Venezuela del Centro Comercial Cristal en Naguanagua. Llegaron a las 2:15 am de este jueves. Necesitaban que alguien les diera luz, frente al drama cambiario que viven.
Los pasajes están comprados desde el pasado 23 de marzo. Tienen fecha de salida para el próximo 12 de mayo. Los jóvenes no dieron sus nombres verdaderos, porque temen que hacerlo público conlleve a que el camino al aeropuerto se vea truncado por la burocracia. “Esto es un verdadero atropello contra todos los ciudadanos”.
43 personas estaban en fila a las 10:30 am. “Yo no soy raspacupo, tengo familia en Ecuador que es adonde voy”. Con tanto trámite para abrir una cuenta y obtener una tarjeta de crédito, a Pablo le dan ganas de quedarse en el país suramericano. “En Venezuela ya no hay vida”.
La migración de la banca privada a la pública para la obtención de dólares ha traído problemas. Listas de espera, momentos de tensión en las colas y altercados con vigilantes son frecuentes. “Entre tantas mentiras, venimos a que nos dijeran qué pasará con nosotros”.
Apertura Es Un Conflicto
La señora Xiomara Capizzio escuchó a la mujer que estaba delante de ella en la cola: tuvo que esperar por una cita del principal banco público del país. Seis meses desde que hizo la solicitud por Internet. “Esto es una medida absurda que va a colapsar el sistema”, dijo desde la sede de la avenida Valencia del Banco de Venezuela donde 46 personas hacían fila.
El gobierno está improvisando, aseguró la mujer, en relación a la derogación del artículo 26 de la providencia 011 del Centro Nacional de Comercio Exterior, Cencoex. “Nos quieren desviar la atención de los verdaderos problemas: inseguridad y escasez”.
Hay desconfianza en la población. Frente a eso, José Grasso pide tranquilidad. “Que las personas que no tienen un viaje próximo pautado hagan la transición con calma”. Que se tomen los meses que sean necesarios, apuntó el directivo de Asobanca. Se busca favorecer a quienes necesitan una tarjeta con mayor premura.
Grasso tiene confianza en la migración de bancas. “Desde el Banco de Venezuela se ha dicho que puede procesar un millón de plásticos mensualmente”. Si la cifra es de unos cinco millones de tarjetahabientes, como afirman economistas, en cinco meses todo el proceso debería haber culminado.
No hay convocatoria oficial. La Asociación Bancaria de Venezuela pidió una reunión con el Ejecutivo para aclarar los términos de la providencia. “No hemos recibido repuesta hasta el momento”.
Luis Alejandro Borrero || lborrero@el-carabobeno.com