¿A quién no le gustan? Son deliciosas, crujientes y más si están doraditas. Es más, quizás para muchos sea el snack que más disfrutan. Sin embargo, después de conocer las conclusiones de un reciente estudio elaborado por una respetada revista científica americana’, probablemente muchos quieran dejar de consumirlas… o por lo menos bajar la frecuencia de su consumo.
Según la publicación, comer papas fritas dos veces por semana aumenta a más del doble el riego de muerte. Esto debido a la gran cantidad de sodio, calorías y grasas saturadas que contienen; las cuales podrían provocar enfermedades cardiovasculares, u otras afecciones crónicas relacionadas al aparato digestivo. Sin embargo, aquellos que las consumen sancochadas o al horno no sufren los mismos efectos.
Los investigadores analizaron a 4440 personas, entre 45 y 79 años, durante ocho años. Luego de ese período, en el que los participantes consumieron papas fritas entre dos y tres veces por semana, concluyeron que este alimento provoca una alta tasa de mortalidad: 236 participantes murieron por los males anteriormente mencionados.
Por tal motivo, la investigación recomienda reducir su ingesta. Ahora, si comer papas fritas es algo a lo que no quieres renunciar, resérvalas para ciertas ocasiones. Así evitarás problemas de salud.
Eme de mujer
María L. Espinoza