Al menos 62 personas murieron el miércoles en ataques con bombas en Bagdad y cerca de la ciudad de Baquba, en el norte de Irak, dijeron fuentes policiales y de hospitales.
El primer ministro Nuri al-Maliki advirtió que los militantes extremistas estaban intentando establecer un «pequeño estado del mal».
En el ataque más letal, una bomba estalló durante la celebración de un funeral, donde los asistentes conmemoraban la muerte hace dos días de un miliciano suní partidario del Gobierno. La explosión dejó 18 muertos y 16 heridos en Shatub, una localidad al sur de Baquba.
Dos años después de que las tropas estadounidenses abandonaron Irak, la violencia se ha elevado hasta sus mayores niveles desde el derramamiento de sangre entre suníes y chiíes en el período 2006-2007, cuando murieron decenas de miles de personas.
La violencia llega en pleno enfrentamiento entre el Ejército iraquí y extremistas suníes que irrumpieron en la ciudad de Faluya, al oeste de Bagdad, hace más de dos semanas en desafío al Gobierno de Maliki.
Los militantes están liderados por el Estado Islámico de Irak y el Levante, un grupo vinculado con Al Qaeda que está combatiendo en el oeste de Irak y en Siria para establecer un territorio islámico propio en la zona fronteriza.
«La batalla será larga y continuará», dijo Maliki en la televisión estatal el miércoles cuando pidió el apoyo del mundo.
«Si nos mantenemos callados, eso implica la creación de pequeños estados del mal que minarían la seguridad en la región y en el mundo», agregó.
Si bien Maliki descartó un ataque a Faluya por parte de las tropas y tanques oficiales que rodean la ciudad de 300.000 habitantes, ha pedido a los líderes tribales locales que expulsen al grupo islámico, que se ha aprovechado del enojo de los suníes contra un Gobierno al que acusan de oprimirlos.
Los extremistas vinculados con Al Qaeda continúan con una campaña de ataques dirigidos en su mayoría contra objetivos estatales, civiles chiíes y suníes considerados leales al Gobierno chií.
La violencia ha consternado a los líderes de la región autónoma kurda en Irak. «Esto es un desastre», dijo a Reuters el jefe de Gabinete de su presidente, Fuad Hussein. «Ahora todo el país está siendo amenazado por terroristas, por lo tanto necesitamos tener un frente común», añadió
Fuente ÙN