Así se ligaba sin Whatsapp

Así se ligaba sin Whatsapp

En el 20 aniversario de los emoticonos analizamos cómo se forjaban las historias de amor sin tecnología de por medio.

 

 

 

Una mirada, una sonrisa y valor son los tres grandes ingredientes para entablar una conversación con alguien que nos atrae. El arte de la seducción existe desde que el mundo es mundo, pero en plena era de los teléfonos móviles parece que están quedando en el olvido. ¿Por qué?

 

 

Puede que muchas de las que leáis esto no sepáis que cuando alguien te gustaba no podías adivinar su nombre a través de Facebook y que si querías verle, tenías que ir a un sitio donde creyeras que fuese a estar y encomendarte a la virgen, al destino o al karma. Pero, ¡qué demonios!, esa sensación de vértigo que te entraba cuando le veías aparecer era una delicia y no saber cómo acercarte a él abría un gran abanico de fantasías sobre su procedencia y ocupación. La vida es caprichosa y a veces las cosas vuelven (como los vinilos, que vuelven a petarlo) o caen en el olvido (¿acaso alguien recuerda el Minidisc?). Pero ante la incertidumbre, repasemos elementos del cortejo que nunca deberían desaparecer y los que deben ser erradicados para siempre:

 

 

– No te pases con los vaciles, a veces la ironía es un arma de doble filo. Ejemplo práctico: “Me puedes dar el teléfono de tu amiga? Es que quiero ligar contigo” Pero, sobre todo, lo más importante: si has conseguido quedar con esa persona, olvídate del teléfono móvil! Ni para enseñar una foto, ni buscar una canción en Youtube. Nunca sabes si esa será la última vez y ya que le tienes delante, míralo a los ojos y no a sus fotos.

 

Cosmopolitan España

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