Una mujer llamada Brooke Birmingham estuvo escribiendo en un blog los cambios en su salud y su estética durante los últimos cinco años. Bajó nada menos que 77 kilos y, según dice, en el proceso conoció nuevos niveles de felicidad y satisfacción.
Es por ello que, cuando una revista llamada Shape se comunicó con ella para que apareciera en un perfil en línea, ella sintió una enorme felicidad poder difundir su historia. Les envió una foto del «después», donde se veía riendo mientras posaba con una bikini y una pollerita. En su abdomen y brazos podía verse piel suelta completamente expuesta, por los tantos años de arduo trabajo y de los kilos que consiguió bajar.
Hasta ahí todo más que bien, pero luego, cuenta Birmingham, las cosas comenzaron a tornarse más amargas. El reportero que la había contactado le pidió que le enviara una foto donde apareciera con blusa. A la joven esto no le cayó nada bien.
«Estaba ofendida. Más que ofendida», aseguró a HLN. «Cuando ingresas al sitio web de Shape, lo primero que surge son imágenes de mujeres en pantalones y sostenes deportivos».
«Me sentí como si mi cuerpo no fuera el cuerpo ‘ideal’ de la sociedad, y como mi cuerpo no atrae a su audiencia masiva», dijo, «entonces mi cuerpo no era lo suficiente, y ellos querían mostrar la versión ‘bonita’ de mi persona», concluyó Brooke, indignada.
Fuente: El Intransigente