En el gran circo de las carreras se ha perdido un poco el encanto en los últimos años, tal vez más exigentes para los pilotos profesionales, pero carentes de la misma emoción que hace varias temporadas se desentrañaba. Pero como ya viene siendo habitual aparece el videojuego oficial del Campeonato Mundial de Fórmula 1. Y esta temporada viene con pocos cambios.
Es cierto que no ofrece grandes sorpresas. Son pocas las novedades que se pueden incluir, salvo un nivel técnico algo más depurado, que apenas se aprecia comparado con la pasada temporada. El videojuego incluye los equipos oficiales, los pilotos y hasta 21 circuitos. Es decir, los que hay. Aunque se ha profundizado en mejorar la experiencia global para sentir que se está entre bambalinas, lo normal es pasarse la mayor parte del tiempo corriendo. Hay más cosas que suceden fuera de la pista.
Están diseñadas para ofrecer una experiencia de conducción más amplia pero que, en ocasiones, puede resultar prescindible. Una de las novedades son las entrevistas posteriores de cada prueba en la que el jugador debe responder a una de las opciones que se le presenta. Tiene cierta influencia a la hora de la motivación dentro de los departamentos del equipo, modificando varios parámetros como las ofertas o el precio de fichaje. Eso sí, puede resultar algo confuso e innecesario. Previamente, no obstante, el juego exige la creación de un personaje, aunque no tiene sin embargo apenas modificaciones dentro del desarrollo.
Para nutrir de mayor espectáculo, el título permite competir con vehículos icónicos de la historia del campeonato. Una veintena de bólidos que incluyen desde el recordado McLaren M23D de James Hunt en el 1976, el legendario Lotus 79 de 1978 o el rápido Ferrari 31T2 de Niki Lauda. Una pequeña lista para desengrasarse en pruebas esporádicas. Aunque se han revisionado el modelaje digital, el juego vuelve a apostar por el realismo bastante logrado en la representación de los vehículos. Tanto efectos visuales como sensaciones atmosféricas están bien desarrolladas, aunque no supone un salto demasiado holgado en comparación con el nivel logrado en la pasada temporada.
Ente los circuitos de reciente creación, el título recupera el de Paul Ricard del Gran Premio De Francia y el Hockenheimring de Gran Premio de Alemania. La simulación en este caso se ha mejorado, logrando así que se sientan las vibraciones de los baches y bordillos y sintiendo los cambios en el comportamiento del coche en función de varios escenarios (con el depósito lleno, con algún desperfecto, pasándose de frenada). Es un juego que tiene una curva de aprendizaje bastante elevada dada su exigencia. No es llegar y besar al Santo. Requiere de pericia y de entrenamiento para ir mejorando.
Al jugar online, «F1 2018» incluye un nuevo Sistema de Superlicencia diseñado para minimizar los efectos de una conducción deficiente en las carreras multijugador. Los usuarios reciben una calificación de su nivel de habilidad y el estilo del piloto, para luego combinarlos en partidas de usuarios con una similar competencia y forma de pilotaje.
ABC