El cambio drástico que hará Microsoft en los drivers de Windows 11 y todas las versiones que salgan de ahora en adelante es uno de los movimientos más arriesgados de la empresa.
Microsoft quiere cambiar el funcionamiento de los drivers en Windows 11. Esta modificación plantea una serie de cuestiones a la hora de utilizar dispositivos en los ordenadores con el sistema operativo de Microsoft. Hasta ahora, los drivers forman parte de la utilización de un ordenador y, por supuesto, de todos los dispositivos que se conectan al ordenador para asegurar su buen funcionamiento.
Los drivers de terceros para impresoras tienen los días contados. Microsoft plantea una nueva gestión a la hora de conectar este tipo de periférico a un ordenador. Lo que quiere hacer la empresa de Redmond es terminar con la dependencia de este tipo de información en Windows 11 para que las impresoras funcionen, aunque esto no es tan fácil como se plantea en un primer momento.
2025 como la fecha final para que las empresas tomen acción. Todos los fabricantes tienen como fecha límite la que ha marcado Microsoft, teniendo que adaptar el funcionamiento de sus impresoras para que no dependan de drivers. Los de Redmond indican que esto es posible gracias a que Windows 11 cuenta con soporte tanto para la conexión mediante USB como vía red.
No habrá nuevos drivers en las actualizaciones de Windows 11. El punto clave de lo que quiere conseguir Microsoft con estas acciones es eliminar por completo la obligación de tener que integrarla dentro de las actualizaciones de Windows 11. Eso sí, las impresoras que se encuentran funcionando no perderán funcionalidades debido a que los usuarios tendrán toda la libertad de instalar drivers.
Microsoft quiere poner fin a los drivers de las impresoras en Windows 11
Cambio en el funcionamiento de los drivers de forma gradual. La línea temporal que ha establecido Microsoft tiene un enfoque paulatino. Septiembre de 2023 es la fecha elegida para el anuncio del fin de los drivers de terceros en Windows 11, mientras que en 2025 se dejarán de añadir drivers a las actualizaciones de la versión de Windows que haya lanzado Microsoft.
Los usuarios tendrán la libertad de instalar cualquier tipo de driver. Pese a lo confuso que puede ser la situación, cualquier persona con un ordenador podrá instalar el driver que desee y, de hecho, esto es un cambio que no se verá afectado por los cambios de Microsoft. En definitiva, el funcionamiento de las impresoras está más que asegurado y será independiente a las actualizaciones de Windows.
ComputerHoy