Los altos niveles de inflación y la inestabilidad cambiaria limitan la capacidad de recuperación. El consumo interno se ve afectado por la pérdida del poder adquisitivo de las familias
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) dibujan un panorama poco optimista para Venezuela. El organismo multilateral estima que el crecimiento económico del país será de apenas 0,5% este año, una cifra que el economista y consultor Asdrúbal Oliveros considera equivalente a un estancamiento.
Durante una entrevista con Román Lozinski en el Circuito Éxitos, Oliveros explicó que este bajo desempeño evidencia que “la economía venezolana sigue sin mostrar señales de dinamismo ni capacidad de expansión”.
Aunque sus cálculos personales apuntan a un crecimiento entre 1,5% y 2%, insistió en que la diferencia es marginal y refleja las mismas limitaciones estructurales.
El analista sostuvo que la inflación y la inestabilidad del tipo de cambio han deteriorado el poder adquisitivo de los hogares, reduciendo el consumo interno, que constituye un factor clave del Producto Interno Bruto. “Cuando la gente pierde capacidad de compra, se contrae la demanda y con ella el crecimiento”, señaló.
Oliveros recordó que el país experimentó una moderación inflacionaria durante 2024, pero advirtió que este avance “se revirtió” en 2025 debido al repunte sostenido de los precios. El FMI prevé que la inflación cierre el año en 269%, mientras que sus propias proyecciones apuntan a niveles aún más altos.
“El principal reto de Venezuela sigue siendo estabilizar su economía. Sin control de la inflación y sin políticas coherentes, es imposible recuperar el poder adquisitivo y el crecimiento sostenido”, concluyó.