Tengo la impresión -ojalá equivocada- que su dirigencia no se ha percatado debidamente de las muy serias y perjudiciales consecuencias que tiene y tendrá el no denunciar y desmontar de inmediato la infame gestión y declaraciones de los cancilleres de Brasil, Colombia y Ecuador.
Si bien es cierto que el vocero de UNASUR fue su Secretario General Ernesto Samper, que alcanzó la presidencia de Colombia gracias a la cooperación de narcos sus palabras fueron validades por el silencio cómplice de los cancilleres que estaban a su lado, que vinieron a Caracas “a apoyar a uno de sus miembros “amenazado de ser desestabilizado.”
Lo que hace aún mas infame de estos gobiernos es que estando en conocimiento (al igual que Maduro) de las inminentes sanciones financieras del presidente Obama a un grupo de generales venezolanos abusadores de los derechos humanos apresuraron su visita para extenderle un “certificado de buena conducta” a la pandilla que tiraniza nuestro país.
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