Actualmente la economía venezolana padece grandes trastornos que se manifiestan en ausencia de productos, incremento de precios continuo y pocas divisas como consecuencia de la caída abrupta de los precios del petróleo en el mercado internacional.
Ante este panorama, evidentemente el gobierno cuenta cada vez con menos dólares, ya que el país depende del crudo para abastecerse de divisas.
“Ciertamente el gobierno no tiene tantos dólares como antes y no encuentra la forma de alimentar diariamente al mercado cambiario. Lo que ingresa es administrado muy estrictamente y sólo a los sectores que el gobierno considera como prioritarios. Las importaciones han mermado en un alto porcentaje, lo cual explica, entre otras razones, la escasez de medicinas y de alimentos”, comentó el economista César Aristimuño en entrevista con El Pitazo.
El economista detalló que hay tres motivos que explican estos movimientos en los mercados locales, “las expectativas de un cambio económico o político, la fata de liquidez en el mercado interno y la inflación que está consumiendo los ingresos del venezolano”.
Aristimuño descarta que haya un cruce entre el dólar paralelo y el oficial tras los anuncios del vicepresidente de economía productiva, Miguel Pérez Abad, sobre una posible convergencia cambiaria. “Aún estamos esperando que se oficialice la tasa del dólar complementario o Dicom que va a sustituir al Simadi. Desde hace casi tres meses se espera el anuncio y pienso que el gobierno está dejando que el Simadi se deslice hasta los 600 bolívares por dólar. Le conviene al ejecutivo pues recibe muchos más bolívares por la venta de las divisas que ingresan a la tesorería, por la venta de petróleo. Las liquidaciones a la tasa del Dipro, a Bs. 10, son inexistentes, ese es un tipo de cambio irreal y absolutamente ficticio. En estos momentos no están dadas las condiciones para que el dólar sea liberado y mucho menos para que el control de cambios sea desmontado”, señaló Aristimuño.
El director de Bancaynegocios.com, señaló que el país, sumido en un entorno recesivo no cuenta con suficiente liquidez (posiciones en bolívares que impulsen el mercado paralelo). “La oferta que existe, al parecer está supliendo aunque sea medianamente al mercado local. Además con la altísima inflación que se presenta en el país es poco probable que alguien se dedique a comprar dólares especulativamente, esto pasa con personas naturales y con empresas”, explicó.
El economista destaca que debido a la alta inflación se está dando un fenómeno en el país. “Es más que conocido que los venezolanos están ingresando dólares al país para venderlos a la tasa paralela y así pagar deudas o equilibrar sus presupuestos. Así pasa con las empresas y un caso emblemático es el de Cervecería Polar, que pidió un préstamo por 35 millones de dólares para poder importar la materia prima que necesita y así reanudar sus líneas de producción de cerveza y de malta. Con eso se evita el cierre de sus fábricas y echar a la calle a cientos de trabajadores en varios estados del país”.
Consultado sobre si los venezolanos están “rompiendo el cochinito” tal y como lo recomendó Pérez Abad, Aristimuño opinó que “no necesariamente le están haciendo caso a Pérez Abad. El cochinito se está rompiendo por la vía de los hechos. Para un profesional de clase media endeudado le funciona traer sus posiciones en divisas desde el exterior, unos 200 dólares, por ejemplo y así paga sus deudas de tarjetas de crédito, con las cuales hace mercado. Así puede pasar con empresas quienes queman divisas para garantizar su supervivencia en este país en donde hay expectativas de algún cambio. Los gravísimos problemas que afronta la economía venezolana no se arreglan de un día para otro, así se generen cambios políticos. La tarea que hay que hacer es difícil pero siempre habrá quien quiera permanecer en un mercado que tiene todo el potencial del mundo si se hacen las cosas bien”, dijo.
Aristimuño lamenta que los venezolanos tengan que recurrir a sus ahorros en moneda extranjera para poder combatir a la inflación.
“El gobierno no tiene forma de alimentar el mercado en dólares y no creo que ningún Estado, ni el de China, quiera prestar más dinero a Venezuela, ante la coyuntura actual, en donde la situación es muy volátil y no se sabe lo que pueda pasar en los próximos meses”, indicó el economista.
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