El Gobierno de Argentina decretó este viernes una suspensión en las contrataciones de personal en la Administración pública nacional, una medida que se inscribe en las necesidades de reducir el déficit fiscal del país suramericano.
Según un decreto publicado este viernes en el Boletín Oficial, «resulta adecuado adoptar diversas medidas con miras a garantizar un ejercicio eficiente y responsable del presupuesto nacional, en lo que hace a la contratación de personal».
El decreto, que lleva la firma del presidente argentino, Alberto Fernández, establece que la suspensión de las contrataciones tendrá vigencia hasta finales de 2023.
La medida alcanza a las contrataciones en las jurisdicciones y entidades del sector público nacional, donde no se podrán «efectuar designaciones ni contrataciones de personal de cualquier naturaleza».
La resolución ya había sido adelantada días atrás por la ministra de Economía, Silvina Batakis, quien, al asumir este mes al frente de la cartera en reemplazo de Martín Guzmán, reiteró la necesidad de buscar reducir el desequilibrio fiscal de Argentina.
Argentina acumuló en el primer semestre del año un déficit fiscal primario de 755.975,7 millones de pesos (5.558,6 millones de dólares), una cifra equivalente al 0,99 % del PBI y que supone un aumento del 263 % respecto al rojo registrado en igual período de 2021.
El acuerdo de refinanciación de deudas sellado en marzo último entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluye entre sus metas que el país debe lograr este año un déficit fiscal primario equivalente al 2,5 % del PIB, desde un rojo registrado en 2021 equivalente al 3 % del PIB.
Aunque este objetivo anual no se ha modificado, en junio pasado, al realizar la primera revisión del acuerdo de facilidades extendidas con Argentina, el FMI modificó la meta déficit fiscal primario acumulado al cierre del primer semestre, que se elevó de 566.800 millones de pesos (4.167,6 millones de dólares) a 874.400 millones de pesos (6.429,4 millones de dólares).
Argentina, que afronta serios desequilibrios macroeconómicos y recurrentes tensiones financieras, depende del cumplimiento de los objetivos comprometidos ante el FMI para recibir trimestralmente giros del organismo que le permitan hacer frente a los vencimientos con el Fondo y evitar así un cese de pagos con esa entidad multilateral.
El Universal