La última vez que Juan Arango jugó en la altura de La Paz, Venezuela cayó goleada 5-0, en junio de 2001. Era el inicio del ciclo de Richard Páez Monzón, y el mediocampista formó parte del equipo nacional que estuvo en aquella fecha en lo alto, antes de torcer definitivamente su destino contra Uruguay, en Maracaibo, un mes después.
Es por esto que Arango, asumiendo los galones ganados después de 12 años de batallas con la Vinotinto, trató de sumarse al llamado que le hizo César Farías para disputar el duelo en la altura, tan pronto como le fue posible.
Llegó hace una semana, el martes pasado, y como llegó a Mérida, se vistió de corto y jugó contra el Salvador. Gajes del oficio de ser capitán de un equipo que quiere disputar su primer Mundial.
“Tengo tiempo que no juego en la altura”, aseguró el maracayero. “Llegar con tanta anticipación me ayuda, para poder adaptarme rápido con los entrenamientos, y poder ajustarme bien a la situación”, aseguró.
“Ya está claro que voy, que jugaré en Bolivia. Para eso estamos acá para prepararnos con la selección desde temprano», subrayó el mediocampista, quien en esa primera experiencia en 2001, jugó 72 minutos».
Juego, palabra y ejemplo. Además de la responsabilidad de incorporarse temprano a la concentración, Arango destacó que como capitán le toca empujar a sus compañeros de selección en la ruta mundialista.
“Es parte de esto. Cuando se es capitán hay que estar ahí para apoyar a los muchachos. No sólo en lo futbolístico. Somos un grupo muy bueno, unido. Eso es clave para mantenernos en esta pelea larga”, dijo.
“No es extraño para mí”, comentó el volante sobre la capitanía y su peso en el vestuario. “Desde hace tiempo tengo esta responsabilidad, que asumí y que es muy bonita. Ahora quedan ya pocos partidos de la eliminatoria, y tenemos que sacar toda esa confianza que tenemos para lograr el objetivo”.
El duelo de hace una semana, de acuerdo con Arango, sirvió para medir algunas cosas sobre el próximo rival. “Sabemos que Bolivia va a ser mucho más rápido, mucho más dinámico, y hay que ajustarse a eso”, destacó. “Se está trabajando muy bien, tenemos ya dos semanas entrenando, con resultados muy positivos; y vamos a llegar bastante bien a ese partido en la altura”, apuntó.
“Estos son dos partidos que significan mucho”, argumentó el mediocampista sobre los duelos contra bolivianos y uruguayos. “Tenemos el objetivo bien claro, la meta de llegar al Mundial está cerca”, dijo el capitán del equipo nacional, que recibirá hoy a Roberto Rosales.
El volante argumentó que el duelo contra El Salvador los ayudó para el viaje que emprenderán mañana a La Paz, donde se incorporarán Oswaldo Vizcarrondo y Alexander González el fin de semana.
“En términos generales, el funcionamiento estuvo bastante bien. La cancha estaba muy alta, muy pesada, pero lo más importante es que se trabaja siempre enfocados en el día 7 de junio”, dijo Arango.
Rivales confiados
Marco Antonio Etcheverry y Oscar Washington Tabárez hablaron de sus próximos duelos contra Venezuela, aunque cada uno desde una perspectiva distinta. “En La Paz podemos caer con Argentina o Brasil, no con Venezuela”, dijo Etcheverry, quien se incorporó al cuerpo técnico de Xavier Azkargorta esta semana. Tabárez aseguró que vencer a la Vinotinto será fundamental para las aspiraciones celestes. “Si queremos estar en el Mundial, ese es el partido que tenemos que ganar”, dijo el DT, que trabaja desde el lunes en Montevideo, preparando el duelo del 11 de junio en Puerto Ordaz.
Fuente: El Nacional