Nos ponen contentos
Un ósculo, término científico para llamar a un beso, estimula las áreas del cerebro en las que se liberan dopamina, oxitocina y endorfinas, químicos que regulan el placer.
Nos protegen contra las caries
Los besos ayudan a la salud de los dientes ya que estimulan la producción de saliva, lo que elimina las partículas de comida que se acumulan en la boca y reduce el ácido que causa placa dental.
Fortalecen nuestro sistema inmune
Al besar a otra persona nos exponemos a las miles de bacterias y microorganismos que habitan en su boca. Este intercambio de bichitos aumenta las defensas.
Cuidan nuestro corazón
Un beso apasionado promueve la liberación de adrenalina, lo que acelera el ritmo cardíaco y mejora la circulación de la sangre.
Ayudan a mantener un peso saludable
Los besos queman calorías, hasta 5 por minuto dependiendo de la intensidad. Además, ayudan a acelerar el metabolismo basal.
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