Esta curiosa variante que muchos descartan y en apariencia pareciera representar un error ortográfico garrafal, es aceptada por el Diccionario de la Real Academia Española, y también le atribuye el mismo significado y usos que a la palabra apuñalar.
En la definición, solo se hace la salvedad de que es un verbo transitivo equivalente a apuñalar, que se utiliza común o generalmente en Bolivia, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana y Venezuela.
Esto quiere decir, que a partir de este momento si te horrorizas viendo o escuchando la palabra apuñalear, tendrás que pensarlo dos veces antes de corregirla, ya que existe y está aceptado su uso.