Aplicaciones pornográficas, el problema que tiene Apple con las tiendas de terceros

Aplicaciones pornográficas, el problema que tiene Apple con las tiendas de terceros

Durante muchos años, Apple ha promulgado la seguridad de sus usuarios como una característica inigualable del sistema operativo iOS.

 

A pesar de la presión de las autoridades, la compañía ha enfrentado diversas situaciones en pro de la privacidad y la seguridad de los usuarios. En varias ocasiones Apple se ha negado a cooperar ante peticiones del FBI para facilitar el acceso a dispositivos pertenecientes a responsables de tiroteos, lo que evidencia una posición estricta.

 

Sin embargo, en la Unión Europea las millonarias multas y otras consecuencias en nombre de la Ley de Mercados Digitales han obligado a la compañía a ser más flexible en ciertos aspectos. Uno de ellos es que, al menos en territorio de la UE, Apple debe permitir que tiendas de aplicaciones de terceros estén disponibles para los usuarios, lo que se está convirtiendo en un problema para la compañía.

 

 

La llegada a Apple de la primera app de porno al iPhone

 

Recientemente el debate sobre la línea entre la seguridad y la libertad de los usuarios volvió a surgir luego de que a principios de febrero llegara a iOS la primera aplicación de pornografía en la historia del sistema operativo. Hot Tub, un navegador de contenido para adultos sin publicidad, se puso a disposición de los usuarios a través de la tienda de apps llamada AltStore PAL.

 

Desde 2024 los usuarios en la UE pueden instalar otras tiendas de aplicaciones como alternativa a la App Store de Apple. Esto no solo evade el estricto control de la compañía, sino que también facilita el acceso a aplicaciones vetadas como Fortnite y, como era de esperarse, otras que van en contra de la “ética” de Apple.

 

El fallecido confundador y CEO de Apple, Steve Jobs, se mostró en su momento bastante en contra de este tipo de aplicaciones. El recordado Jobs solía responder algunos correos eléctronicos de clientes que cuestionaban algunas cosas de Apple. Cuando alguien le preguntó sobre el rol de la compañía como “policía moral” en su tienda de aplicaciones, Jobs respondió: «Creemos (en Apple) que tenemos la responsabilidad moral de mantener la pornografía fuera del iPhone». Seguidamente, fue mucho más contundente y aseguró que «la gente que quiere pornografía puede comprar un teléfono Android».

 

Aunque la postura de la compañía no ha cambiado mucho desde entonces, ahora gracias a la Ley de Mercados Digitales de la UE los usuarios de iPhone de la zona tienen mayor libertad para instalar otras aplicaciones.

 

De acuerdo con una declaración del portavoz de Apple, Peter Ajemian, al medio The Verge, la compañía no aprueba la llegada de la polémica aplicación al iPhone: “Estamos profundamente preocupados por los riesgos de seguridad que las aplicaciones de pornografía de este tipo crean para los usuarios de la UE, especialmente para los niños. Esta aplicación y otras similares socavarán la confianza de los consumidores y la confianza en nuestro ecosistema que hemos trabajado durante más de una década para convertirlo en el mejor del mundo”.

 

Sobre la polémica, el desarrollador de AltStore PAL, Riley Testut, dijo que la app superó la revisión de certificación notarial de Apple por fraude, amenazas de seguridad y funcionalidad, algo que desde Apple han negado, diciendo que debido a las estrictas regulaciones de la UE no pueden hacer nada para vetar la aplicación.

 

A pesar de la obligación de aceptar la instalación de aplicaciones desde fuentes externas, desde Apple recomiendan a los usuarios evitar esa práctica. Sin embargo, al igual que en otras plataformas, esto puede traer tanto ventajas como desventajas. Saber elegir lo que se instala en un dispositivo, incluyendo los posibles riesgos, termina siendo responsabilidad de cada usuarios.

 

Por Sergio Ramos Montoya, editor en Social Geek, y contribuidor en Entrepreneur y Forbes en Español. Experto en temas de tecnología que disfruta aprendiendo sobre startups, emprendimiento e innovación.

 

 

ComputerHoy

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