Comerciantes de los municipios tachirenses de San Antonio y Ureña reportaron una caída de 10% luego de la apertura para vehículos por los puentes internacionales, informó el diario colombiano La Opinión.
La situación, indica el rotativo, tomó por sorpresa a muchos empresarios del sector, pues esperaban una mejora.
En un recorrido por los municipios de Táchira se observó que había varios comercios cerrados. Empresarios y emprendedores afirmaron que la apertura para vehículos desmejoró su situación económica debido a que el estado andino tiene muy poco que ofrecer en materia de bienes y servicios.
Carmen Osorio, emprendedora de confección y costura en Ureña, dijo a La Opinión que está pensando en cerrar sus locales porque ya no puede pagar los alquileres. Tampoco pagar los costos de los servicios públicos en un contexto de pocas ventas.
Consideró que la apertura de la frontera afectó a los pequeños comerciantes. Cuando estaba cerrada, indicó, al menos los mismos habitantes de Ureña compraban, “pero ahora todo decayó”.
Gran parte de los consumidores venezolanos muy poco se detienen en estas localidades. Prefieren atravesar el tramo binacional para realizar sus compras.
“Pensábamos que este año iba a aumentar entre 5 y 10% de la actividad comercial de San Antonio, más bien ha retrocedido en 10%”, dijo al medio el vicepresidente de la Cámara de Comercio de San Antonio, Indover Sayago.
Explicó que la precariedad, en parte, se debe a la inflación que experimenta Venezuela en lo que va de 2023, lo que provoca que algunos productos que pudieran llamar la atención de los colombianos sean demasiado costosos, así que son precios que no son competitivos.
“El comercio local añora que la región sea competitiva y atraiga a los visitantes colombianos”, expresó Sayago.
EFE