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Antonio Ledezma: «Debemos prepararnos ante un gobierno en fase terminal»

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Antonio Ledezma: «Debemos prepararnos ante un gobierno en fase terminal»

Convaleciente de una operación de hernia inguinal, Antonio Ledezma lidia ahora con un posoperatorio satisfactorio pero no exento de molestias. Activo, atiende sus responsabilidades como Alcalde Metropolitano desde su casa, donde recibió a El Universal.

 

-Si la crisis interna del chavismo ha confirmado su profundidad y virulencia con la carta de Giordani, la salud unitaria de la oposición no pareciera estar mejor. Frente al país, sumido en una crisis total, las dos agrupaciones políticas que se disputan el poder lucen incapaces de darle cauce y ofrecerle soluciones creíbles a una sociedad desorientada y sin rumbo fijo.

 

-La oposición tiene una ventaja: no está corrompida. Los problemas del gobierno son tales que allí se protegen unos a otros. A ellos los une la corrupción y el temor de ser sancionados por sus delitos. A nosotros la responsabilidad con Venezuela. Este gobierno está en una fase terminal y la oposición tiene la responsabilidad de prepararse para asumir el poder y la conducción del país. No porque haya ambiciones desbordadas sino porque son circunstancias que no podemos obviar. Por eso insisto en la necesidad de relanzar la unidad como eje que comprenda a todos los sectores y se presente como verdadera alternativa democrática.

 

-Dices que el Gobierno está en fase terminal. Pero tenemos 15 años escuchando esta frase. ¿Qué te hace pensar que eso, ahora sí, ocurrirá y cuándo?

 

-Tantas veces va el cántaro al pozo que al final se rompe. Hace un año el país fue conmovido por las grabaciones de un vocero, legitimado por el propio presidente fallecido. Esas grabaciones involucraban a la Fuerza Armada Nacional y daban cuenta de la penetración de fichas cubanas en los cuarteles. Había, también, pruebas de negociados en combinaciones con funcionarios que manejaban divisas. Se hablaba de la comisión de crímenes diversos, de las vinculaciones del gobierno con el terrorismo y la corrupción. Hay, también, otros capítulos escritos por los exmagistrados Aponte Aponte y Luis Velásquez Alvaray. O las historias que ha dado a conocer, desde Washington, el ex gobernador de Aragua, Rafael Isea.

 

-Ahora le correspondió el turno a Giordani.

 

-Giordani no es el único responsable, sino uno más del circo cuyo dueño era el líder supremo. Operador destacado sí, pero los grandes responsables de este desastre son Chávez y Maduro. Esa es la fase terminal a la que me refiero.

 

-El desastre no necesariamente atenta contra la gobernabilidad.

 

– Ahí están los hechos. Pdvsa, una de las empresas petroleras más endeudadas del mundo, está quebrada. Declina la producción de crudo, el Gobierno se ve forzado a aumentar el precio de la gasolina y no sé con qué cara se lo van a anunciar al país, sin suspender los regalos de petróleo a Cuba o Nicaragua. Tenemos un Banco Central desvencijado, tal y como lo advirtió el propio Giordani. Era, además, un secreto a voces, que el BCV transfería recursos a Pdvsa para quemarlos en la hoguera de la corrupción y el despilfarro. En ninguna parte se consigue cemento, cabillas, repuestos para vehículos, el gas para los quirófanos de los hospitales. El país está sometido a la escasez y desabastecimiento de alimentos y medicinas. Para no hablar de las tasas de inflación y de inseguridad más alta del mundo. Esa es la verdadera fase terminal.

 

-El hecho de que el Gobierno esté en fase terminal no implica que sea la oposición la que asuma la conducción del país.

 

-Para cualquier relevo debemos ir a las elecciones, tal y como lo plantea la Constitución.

 

-Para que eso ocurra debe haber renuncia o deposición del presidente.

 

-Si el gerente de una fábrica de zapatos no funciona, renuncia o le piden la renuncia. El mismo Chávez se la pidió a Rafael Caldera en 1994, y Nicolás Maduro, en discursos pronunciado el pasado 12 de febrero, hizo lo propio con el Alcalde de Chacao. Eso no es un herejía ni un acto de conspiración.

 

-No lo es, pero Maduro no va a renunciar porque la oposición se lo exija. A menos que se le plantee desde una posición de fuerza.

 

-Yo formo parte de una mayoría que no está de acuerdo con la corrupción y se pregunta dónde están los dólares que han ingresado por concepto de la renta petrolera. Mayoría que debe hacer colas de horas para conseguir los alimentos, que ha sufrido la agresión del hampa y está exigiendo un cambio. Y eso es lo que han venido reclamando los estudiantes con su protesta. Pero la renuncia no es que la pida un líder de la oposición, sino que la planteó Giordani. Los propios miembros del Gobierno han concluido que Maduro no está en capacidad de conducir los destinos del país

 

-¿Cómo se concretaría? ¿De qué forma se lograría? Hace tiempo se viene planteando y de ahí no se pasa.

 

-Aquí hay una lucha cívica de ciudadanos que se han mantenido de pie en la protesta democrática. Ante eso se nos acusa de magnicidas, de terroristas y de formar parte de un complot desestabilizador. El gobierno denuncia la guerra económica, de la cual se derivaría la inflación y el desabastecimiento Yo pregunto si el jefe de esa guerra es Giordani porque, ¿cómo puede ser responsable de la supuesta conspiración alguien distinto a los miembros del Alto Gobierno que son quienes manejan la empresa petrolera, las empresas básicas de Guayana, las cementeras, las plantas procesadoras de alimentos, las centrales azucareras, los fundos expropiados y pare usted de contar? ¿Con qué moral puede el Gobierno exigirle a los ciudadanos que no ejerzan el derecho a la protesta?

 

-Con el derecho que les da el haber ganador unas elecciones presidenciales.

 

-Pero esas elecciones quedaron a beneficio de inventario y las protestas que se engatillaron en abril (2013) se pusieron de manifiesto en febrero de este año. Bien se sabe que ese resultado exigía una examen exhaustivo, a lo que se comprometieron los jefes de gobierno reunido en Perú. Ese compromiso no se respetó.

 

-Si el Presidente renuncia tal y como lo adviertes (aunque no sabemos cómo), la oposición debería estar lista para asumir (en caso de conseguirlo) una difícil transición que garantice la gobernabilidad y supere los efectos de tomar medidas necesariamente impopulares.

 

-La transición está definida en la Constitución. El trabajo más urgente es la preparación porque aquí Maduro puede renunciar ante la presión de sus propios compañeros de gabinete. Ellos han tenido reuniones tormentosas y saben que tienen el juego trancado.

 

-Pero tú dices que están unidos por la corrupción.

 

-A nosotros nos une el deber de servirle al país y en medio de nuestras diferencias podemos ofrecer una agenda común. La MUD no debe ser sólo un eje de partidos, sino de todos los sectores de la vida nacional. Ese país complejo y heterogéneo necesita que lo interpretemos cabalmente abriéndole espacios de participación.

 

-Pero con claridad de objetivos en temas conflictivos como el de la estrategia.

 

-La MUD tiene que ser más estrategia y menos personalismo, más estrategia y menos pleitos estériles. Nosotros podemos respetarnos, unos a otros, sin hipocresía. La piedra angular para la recomposición de la unidad es la sinceridad, la transparencia a la hora de abordar los temas y el diagnóstico de lo que pasa en el país. Algo muy distinto a lo que sucede cuando ves a Cabello ocultándose en una supuesta lealtad a Maduro; a Rafael Ramírez, con la mirada muerta, esperando el momento para dar el zarpazo; o a Jaua, Rodríguez Torres y El Aissami, quienes son como el aceite y el vinagre, tomándose una foto juntos. Ahí estableces que a ellos los une el temor de saberse responsables de hechos que van serán tramitados por cualquier tribunal, bien sea venezolano, bien sea internacional. El mismo Giordani denunció que se habían perdido en Cadivi más de 20 mil millones, luego Rodríguez Torres advirtió que eran 25 y según algunas informaciones la cifra sobrepasa los 65 mil millones de dólares. ¿Quién responderá por esa enormidad de dinero birlada a los venezolanos? Esa es la gran diferencia. A nosotros nos acusan de conspirar, pero yo tengo quince años luchando democráticamente, al margen de golpes o de conjuras.

 

-Te acusan de pertenecer al bando radical de la oposición venezolana.

 

-Si radical es defender la democracia y la libertad, Dios bendiga a los radicales.

 

ROBERTO GIUSTI |  EL UNIVERSAL

 

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