«A la tercera va la vencida». Así dice el refrán y guiados por ello desde el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) llamaron, ya no sólo a los comunicadores, sino todos los venezolanos a marchar el próximo 18 de febrero para conseguir que las autoridades entreguen las divisas necesarias para importar el papel para los diarios y evitar que sigan cerrando.
La nueva movilización, la cual partirá desde la sede de la Defensoría del Pueblo, en la plaza Morelos de Caracas; y llegará hasta donde la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, tiene su despacho, en la avenida Universidad, es la respuesta al silencio de las autoridades. Ayer ni Alejandro Fleming ni ningún subalterno suyo en el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) atendió a los manifestantes ni a una representación de ellos para darles una explicación sobre la situación de las divisas.
Para el secretario general del SNTP, Marcos Ruiz, calificó de «cobardía» la actitud del funcionario y agregó: «Él sabía que veníamos para solucionar los casos más urgentes y a que nos presentara un balance sobre la situación general de los diarios; y por eso la prensa sigue en la calle y volveremos a marchar el martes que viene. No volveremos a nuestras casas hasta que no tengamos respuesta».
En horas de la tarde, Fleming en declaraciones a la estatal Venezolana de Televisión (VTV), calificó de «política» la protesta y aunque no dijo qué pasará con las peticiones para los diarios soltó: «Garantizamos el acceso a las divisas a los sectores productivos que de verdad trabajan para la construcción de una economía sana».
En paz y acompañados
Bajo las consignas de «sin papel no hay empleo» y «con censura hay dictadura», los periodistas y empleados de una docena de diarios nacionales y regionales marcharon en paz desde la plaza Venezuela hasta Los Chaguáramos, donde están las oficinas del Cencoex.
Aunque la movilización se desarrolló sin incidentes, no estuvo exenta de problemas. El inicio de la caminata se vio demorado debido a que un cordón de la Policía Nacional impidió el paso por la calle que comunica a Plaza Venezuela con los estadios de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Aunque no hubo explicación en esa área está la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). No obstante, esto no impidió que los manifestantes cumplieran su cometido, pero modificando la ruta de la marcha.
No solo periodistas, fotógrafos, empleados administrativos y directivos de medios impresos participaron en la acción. También se dejaron ver estudiantes universitarios de distintas casas así como dirigentes políticos como la diputada María Corina Machado, el alcalde metropolitano, Antonio Ledezma; o el exalcalde de Chacao, Leopoldo López.
«Estoy aquí por ti (en referencia a este reportero), por Belkis (una lectora de diarios que se sumó a la movilización) y por todos los venezolanos que tenemos que entender que esto va más allá de 30 mil empleos. El Gobierno quiere demoler la República y para ello es necesario silenciar a los medios», afirmó la legisladora.
Activistas de organizaciones como el Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea) y del Comité de Familiares de Víctimas de los sucesos de febrero y marzo de 1989 (Cofavic) también participaron.
«Estamos aquí porque la libertad de expresión es fundamental para las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos, porque sin medios no podemos dar a conocer nuestros casos. Los medios han sido un apoyo fundamental en nuestra lucha para que haya justicia», afirmó Iris Medina, una de las fundadoras de Cofavic y cuyo esposo fue asesinado durante los hechos del Caracazo dentro de su casa.
El Universal