Ante tanta desazón, el triunfo de los Tiburones de La Guaira en la Serie del Caribe es un bálsamo. Es su primer título en el clásico de las ligas que se juegan durante el invierno de Estados Unidos. El octavo para un representante venezolano, el anterior fue de los Tigres de Aragua (2009).
Los Tiburones completaron una gran y esperada temporada en 2023-2024, con la consecución del título local tras 36 campeonatos de sequía, que remató con este triunfo caribeño que incluyó, además, un no hit no run del lanzador tachirense Ángel Padrón, una hazaña que no se repetía desde 1952. Se ganó, pues, con todas las de la ley, haciendo más que apropiado su lema de «Tiburones pa’ encima».
La Serie del Caribe se comenzó a disputar en 1949 y se prolongó hasta 1960 en su primera etapa. Con la llegada de la «revolución» a Cuba se acabó con el beisbol profesional y el torneo se paralizó hasta 1970, cuando se reanudó en Caracas y con victoria de Navegantes del Magallanes, lo que auguraba un ciclo más afortunado para las novenas locales que nunca se impusieron en ninguna de las 12 ediciones iniciales.
Pero fue un espejismo porque la confrontación entre los campeones caribeños -que ha incorporado primero a México, y luego a Colombia, Nicaragua y Curazao, además de la reincorporación de Panamá e incluso en algunas ediciones a Cuba – le ha sido esquiva a los nuestros. Solo ocho títulos parece poco para un país como Venezuela donde el beisbol es el deporte rey y cada año manda decenas de jugadores de muy valorada calidad -algunos estrellas siempre encendidas- a las Grandes Ligas de la pelota estadounidense.
Aunque ya estamos en febrero, es una buena manera de comenzar el año en el terreno deportivo, que suele congregar multitudes, animando a sus equipos de siempre -como esa entusiasta barra guaireña, ahora recompensada- y disfrutando, a pesar de las estrecheces, del que ha sido el primer pasatiempo nacional.
El beisbol caribeño goza, en general, de buena salud. La Serie se realizó por primera vez en un estadio de las Grandes Ligas -el LoanDepot Park, sede de los Marlins de Miami-, y rompió, y volvió a romper, el récord de asistencia para un juego del legendario torneo.
Tiburones se suma, pues, a Leones (2) y Águilas (2), además de los mencionados Tigres y Navegantes (2), como campeones venezolanos en el Caribe. Una victoria contagiosa que los amantes de la pelota celebran sin distingo de colores. Una. suerte de reivindicación nacional. Tan ansiada.
Editorial de El Nacional