El anuncio muy temprano del alza de 10% del salario mínimo y las pensiones es para analistas consultados una manera del Gobierno de compensar los estragos de la alta inflación de 2013.
Destacan que un aumento salarial sin corregir los desequilibrios macroeconómicos se convertirá en sal y agua y será nuevamente devorado, por lo que prevén altos niveles inflacionarios.
El director de Econométrica, Henkel García, sugiere que esa inflación será presionada hacia el alza luego de la medida de devaluación que se espera sea anunciada en las próximas semanas.
“El propio aumento salarial anuncia mayor inflación, ya que este es uno de los componentes de las presiones inflacionarias”, apuntó.
Para el economista y profesor de la Universidad de Carabobo, Domingo Sifontes, la medida “es un preámbulo a lo que se viene, creo que la devaluación es más pronto de lo que se cree”.
Dijo que la estrategia del Gobierno de indexar el salario a la inflación, es decir, de aumentar los sueldos de acuerdo a como suben los precios, ha generado más problemas que beneficios.
Fuente: Últimas Noticias
