El mercado de deuda venezolano, a través del mercado de valores, tiene un potencial inmenso. La demanda de capital, dentro de un sistema restringido de liquidez, hace que los retornos del capital tengan tasas asimétricas con respecto a nuestros pares latinoamericanos.
Revisemos cómo ha sido el comportamiento de nuestra economía en los últimos años.
Venezuela ha tenido un crecimiento sostenido de su PIB desde el año 2021, y se estima que el 2024 debe cerrar con un crecimiento de entre 4% y 7%.
En paralelo, nuestro país sale de un ciclo de hiperinflación que ha sido atenuado con disciplina fiscal y, sobre todo, restricción de la liquidez. Esto se asemeja a tener un brioso potro llanero con la rienda corta.
En el año 2000, los depósitos de la banca eran equivalentes al 16% del PIB y el sistema financiero prestaba el equivalente al 10% del PIB. En el 2024, las captaciones equivalen a alrededor del 4% del producto interno bruto y la banca puede prestar entre 1,6% y 2% del PIB.
Es decir, aun cuando el sistema bancario pudiese prestar la totalidad de los depósitos -un escenario improbable, vista las necesarias restricciones de liquidez- el volumen de crédito aún sería inferior al equivalente a 10% del PIB que se podía prestar en el año 2000.
El 10% del PIB hoy es una cantidad cercana a 10.000 millones de dólares, de los cuales la banca nacional y offshore aporta unos 2.200 millones; es decir, la necesidad teórica de apalancamiento financiero se ubica en, al menos, 8.000 millones de dólares.
El mercado de valores tiene un potencial inmenso
Estas necesidades de capital no incluyen los requerimientos de Estado para apalancar inversiones necesarias en petróleo, gas, electricidad, minerales e infraestructura que son cifras significativas y requieren el regreso de Venezuela al sistema financiero global del que hemos estado fuera desde el año 2017.
El mercado bursátil venezolano se convierte en un importante sector de la economía nacional, porque es el lugar de encuentro entre quienes buscan fondos y quienes quieren obtener retornos satisfactorios de su inversión de forma transparente y más segura.
El mercado bursátil hoy representa el 2.5% del PIB venezolano, cuando en Chile, Colombia o Perú ronda más del 30%. Es decir, este mercado puede crecer 1.500% en los próximos años.
La banca también debe crecer. Actualmente, las captaciones son equivalentes 4.500 millones de dólares, mientras que en el año 2000 eran de 32.000 millones a valores constantes.
En aquel entonces la economía de Colombia y Venezuela tenían el mismo tamaño, hoy Colombia triplica las dimensiones de la nuestra; pero, Venezuela puede tiene un potencial de actividad económica muy similar a la colombiana, sin dudas.
Esto se puede ver como la energía potencial que tiene Venezuela en el mercado de deuda y la oportunidad que ofrece a los capitales que buscan crecimiento y altos retornos.
Por eso vemos fondos de inversión privada inscribiéndose en la Bolsa de Valores de Caracas, y así buscar conectar la necesidad con el interés en el retorno.
El Nacional