Los precios al consumidor en Venezuela aumentaron 248,6 por ciento en los primeros siete meses del año, según un cálculo hecho por el Parlamento, que busca suplir la falta de datos oficiales de la economía.
El órgano legislativo comenzó a publicar este año cálculos de inflación con su propia recolección de datos, debido a que el Gobierno y el Banco Central dejaron de informar mensualmente sobre la evolución de los precios desde hace casi dos años.
En julio, la inflación fue de 26 por ciento, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional (INPCAN), que recaban y procesan extrabajadores del ente emisor cada mes.
La medición refleja una aceleración de la inflación en el país frente al reporte de junio, cuando estimaron cerró en 21,4 por ciento.
El presidente Nicolás Maduro anunció en julio un incremento del 50 por ciento del salario mínimo, el tercero en lo que va del año para intentar mejorar el erosionado poder de compra de los trabajadores.
Críticos del Gobierno sostienen que este tipo de medidas solo echan más leña al fuego en un país que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional podría registrar una inflación de 720 por ciento este año.
“Un incremento acelerado en la tasa mensual también se debe a la baja oferta de dólares en el mercado oficial; y a la situación de incertidumbre política”, indicó el comunicado de la Asamblea Nacional.
El nuevo sistema de venta de divisas oficiales que instauró el gobierno de Maduro hace pocas semanas no ha conseguido detener la aceleración en el precio del dólar que se transa en paralelo al férreo esquema de control vigente por más de una década.
En lo que va de año, el bolívar ha perdido 92,29 por ciento de su valor en ese mercado no oficial, en medio de una ola de protestas antigubernamentales que por más de cuatro meses reclama la salida de Maduro al que acusan de “dictador”.