Analistas coinciden en que de esta manera se evita el control de la Asamblea sobre el gasto público
El Ejecutivo continúa ampliando los mecanismos para el aporte en bolívares al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden). Analistas económicos sostienen que de esta manera se administran los recursos sin tener que pasar por la vigilancia de la Asamblea Nacional.
Esta semana, el presidente Nicolás Maduro ordenó que las empresas aseguradoras entreguen un aporte anual de entre 1% y 3% de sus ingresos al Fonden, el cual debe comenzar a transferirse a partir de abril. Durante el pasado mes de febrero estableció a través del Decreto de Emergencia Económica que los recursos excedentarios del año 2015 deben ser también transferidos al fondo.
El Fonden fue creado en el año 2005 como un instrumento de financiamiento cuyos recursos serían utilizados para el pago de la deuda externa, para invertir en proyectos o para la compra de insumos en el exterior. Se alimentaría específicamente de las divisas provenientes de Pdvsa y de las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela.
Desde ese entonces ha sido objeto de varias modificaciones legales con el objeto de ejecutar gastos tanto en divisas como en bolívares y para recibir monedas distintas al dólar.
Los recursos excendentarios o que aprobados presupuestariamente no fueron utilizados en un ejercicio fiscal, se utilizan para financiar los créditos adicionales que cada año aprueba la AN. Con las dos últimas decisiones del Ejecutivo con respecto al Fonden, ya estos recursos no pasarán por la autorización legislativa y podrán ser manejados a discreción gubernamental a través del presupuesto paralelo creado con los distintos fondos con los que cuenta.
Nuevas fuentes
El economista y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Ronald Balza, resalta que la medida es una nueva forma de aporte al Fonden y que se aleja de manera significativa de lo que en un principio se pretendió con este fondo: “Son fuentes extrapresupuestarias que quedan fuera del presupuesto y para eso le sirve al Ejecutivo el Decreto de Emergencia Económica. Es decir, lo que se observa es que el Ejecutivo nacional tiene un instrumento de financiamiento fuera del control de la AN para hacer gastos de los cuales no rinde cuenta”, apuntó.
El economista Ramiro Molina calificó la medida como “la privatización del financiamiento público” y alguna manera de alcanzar mayores fuentes de ingresos: “Se puede considerar como otro impuesto parafiscal y que esta vez lo tocó a las aseguradoras. La reforma fiscal que tanto ha hablado el gobierno es parte de ello. Es buscar nuevas fuentes de recursos y de centralizarlos”, dijo.
Coincide Molina en que de esta manera se busca que los recursos no se administren a través del presupuesto de la nación y por lo tanto no es necesario que sea discutido y distribuido en la Asamblea Nacional.
Fuente:elmundo.com.ve
