Los defensores de los derechos humanos han pedido a la FIFA que impida los abusos «sistemáticos y estructurales» de los trabajadores de la seguridad privada en Qatar antes de la fase final de la Copa Mundial, que comienza en noviembre.
El informe de 74 páginas de Amnistía Internacional sobre el bienestar de las personas empleadas en el sector, They Think That We’re Machines – puede leer el el reporte completo haciendo click en el enlace- , denuncia prácticas abusivas como el exceso de trabajo, la falta de días de descanso, las multas punitivas y la discriminación racial, que, según la organización, equivalen al trabajo forzoso
Breaking: A new @amnesty investigation reveals the shocking exploitation of security guards in Qatar, including on sites linked to the 2022 World Cup. Overworked, underpaid and subjected to forced labour. THREAD?https://t.co/9OExASfP9I. pic.twitter.com/jHGfKrlHzf
— Steve Cockburn (@stevecockburn) April 7, 2022
Stephen Cockburn, director de Justicia Económica y Social de Amnistía Internacional, ha declarado: «A pocos meses de la Copa del Mundo, la FIFA debe centrarse en hacer más para prevenir los abusos en el intrínsecamente peligroso sector de la seguridad privada o ver el torneo aún más empañado por los abusos.
«En términos más generales, la FIFA también debe utilizar su influencia para presionar a Qatar para que aplique mejor sus reformas y haga cumplir sus leyes. El tiempo se agota rápidamente: si no se establecen mejores prácticas ahora, los abusos continuarán mucho después de que los aficionados se hayan ido a casa».
El estudio entrevistó a 34 trabajadores migrantes empleados por ocho empresas de seguridad privada que prestaban servicios en lugares como los ministerios del gobierno y los estadios de fútbol, así como en otros proyectos de infraestructura esenciales para la Copa del Mundo, como hoteles, sistemas de transporte e instalaciones deportivas, entre abril de 2021 y febrero de 2022. Al menos tres de las empresas proporcionaron seguridad en recientes torneos de la Fifa.
La FIFA respondió que «no acepta ningún abuso de los trabajadores por parte de las empresas que participan en la preparación y realización de la Copa del Mundo».
Tras las inspecciones realizadas durante el Mundial de Clubes y la Copa Árabe, se identificaron los contratistas que no cumplían con los estándares requeridos y se abordaron los problemas encontrados en el acto».
"Your money is just taken, effortlessly." Two Kenyans who worked as security guards in Qatar tell their stories of working without rest, under the threat of sanctions. From our new report: https://t.co/9OExASfP9I https://t.co/REm1h8tQQu
— Steve Cockburn (@stevecockburn) April 7, 2022
Incumplimiento de las empresas
Los organizadores de la Copa del Mundo, el Comité Supremo para la Entrega y el Legado (SC), dijeron: «Lamentablemente, se descubrió que tres empresas no cumplían con las normas en varias áreas durante la Copa Mundial de Clubes 2020 y la Copa Árabe 2021. Estas infracciones fueron completamente inaceptables y dieron lugar a la aplicación de una serie de medidas».
El Comité de Vigilancia añadió que «se ha comprometido a proteger la salud, la seguridad y la protección de cualquier trabajador que participe en los proyectos oficiales de la Copa del Mundo».
Cientos de miles de trabajadores inmigrantes, muchos de ellos procedentes de Uganda, Kenia, Bangladesh y Pakistán, acudieron a Qatar tras la adjudicación de la fase final de la Copa del Mundo de 2022, con cifras oficiales a mediados de 2021 que estimaban el total en 2,1 millones y en aumento.
A pesar de la intervención del gobierno para abordar el sistema de kafala, que, entre otras cosas, impedía a los trabajadores cambiar de trabajo sin el consentimiento de su empleador, y para aumentar el salario mínimo para todos, el informe de Amnistía detalla los problemas que persisten.
Declaraciones de los trabajadores
Los entrevistados, cuyas identidades se han protegido, informaron de que en algunos casos se les hacía trabajar 84 horas semanales cuando la legislación laboral qatarí impone un máximo de 60, y otros se veían obligados a realizar dobles turnos de 16 horas.
La legislación garantiza un salario mínimo mensual de 1.000 riales (unas 210 dólares), lo que equivale a una tarifa horaria de 1,01 dólares por una semana de 48 horas y seis días.
Sin embargo, 29 de los entrevistados afirmaron haber trabajado regularmente jornadas de 12 horas y 28 dijeron que se les negaba sistemáticamente un día de descanso semanal -un guardia de seguridad bangladesí informó de que no había tenido un día libre en tres años-, y algunos empleadores no pagaban la tarifa requerida por las horas extraordinarias.
Además le aplicaban reducciones prohibitivas o incluso la deportación por incumplimiento.
Amnistía, que comenzó su investigación en 2017, confirmó que el gobierno qatarí y la FIFA habían actuado para mejorar las condiciones de los trabajadores, pero instó a todas las partes a hacer más.
En su tuiter Cockburn dice: «Los empleadores siguen explotando a sus trabajadores a la vista de todos y las autoridades qataríes deben tomar medidas urgentes para proteger a los trabajadores y hacer que los abusadores rindan cuentas».
Muchos de los guardias de seguridad con los que Cockburn pudo hablar sabían que sus empleadores estaban infringiendo la ley, pero se sentían impotentes para desafiarlos.
Fuente: El Universal